||Por Octavio Cantalejo Olmos. Alcalde de Cuéllar desde 1995 hasta 2005||

Cuando oigo, en estos tiempos, que en algunos ayuntamientos, como el de Cuéllar, estamos reduciendo la deuda municipal, tenemos superavit de tesorería y otros términos contables, etc me suena a cuentos, porque si somos capaces de alardear de contabilidad positiva y tenemos problemas con nuestros servicios públicos o sencillamente tenemos a muchas personas sin trabajo estamos contando un cuento a los vecinos.

Los alcaldes y concejales se eligen para administrar los asuntos públicos y parece razonable esperar de ellos que solucionen, en la medida de las posibilidades, los problemas y las necesidades colectivas. Pongo un ejemplo. En el mes de junio 1995, cuando se constituyó el nuevo ayuntamiento, el recibimiento fue con la noticia de que no había apenas tumbas en el cementerio y la parroquia no iba a ampliar las instalaciones. El problema estaba sobre la mesa, no había sido contemplado en los programas electorales porque era un servicio de la iglesia. El equipo municipal gestionó el cambio de titularidad, ya es municipal, y acometió la ampliación, permutando terrenos, redactando el proyecto y obteniendo las licencias necesarias. En poco tiempo, no sin sobresaltos, Cuéllar tenía, al menos para los próximos 25 años, resuelto el problema.

Yo creo que fue una gestión oportuna, hicimos lo que debíamos. Un ejemplo más, también del verano de 1995. La depuradora de la piscina, que tenía un filtro, no cumplía la normativa y además el filtro no ofrecía garantías para toda la temporada veraniega. La solución fue instalar tres filtros nuevos de gran capacidad que garantizaban la depuración del agua de la piscina. Al hacer esas gestiones nos llegó la información sobre la adaptación de la piscina de verano a la nueva normativa sanitaria de Castilla y León: nuestras piscinas tenían un plazo de 5 años, creo recordar, para :

1. Adaptar el vaso (poner un pediluvio, barreras de aislamiento con duchas en los accesos, et…) al final tuvimos que demoler el vaso completamente porque tenía muchas pérdidas de agua por filtración

2. Mejorar los vestuarios, que no disponían de duchas y aseos suficientes

3. modernizar la piscina de los niños, que no tenía ni filtro de depuración

La Junta de Castilla y León redactó una normativa, seguramente adecuada y necesaria, de obligado cumplimiento, que regulaba el uso de las piscinas públicas y exigía para las instalaciones unas condiciones que piscinas con los años de la de Cuéllar no tenían. Era necesaria una inversión muy importante que el ayuntamiento de Cuéllar pidió con insistencia y la Junta de Castilla y León negó una y otra vez.

Sin embargo las obras se hicieron y el problema se resolvió. No fue un capricho, no fue un gasto injustificado, lástima que la junta de CyL que anunciaba ayudas para obras urgentes, y éstas lo eran, nos diera la espalda, como tantas veces, en una actitud antidemocrática.

Hace unos días se estropeó el ascensor de acceso al Centro de Mayores, no sé cuándo lo arreglarán, sé que hace unos años se detectó la necesidad de mejorar la accesibilidad a ese centro, situado en un lugar inalcanzable para muchas personas con dificultades de movilidad. En ese momento el Ayuntamiento no tenía el dinero necesario pero buscó el apoyo y la financiación, en este caso con la ONCE y un buen número de empresas de Cuéllar y el ascensor se puso en marcha.

No sé cuánto costó la ampliación del cementerio, tampoco recuerdo el importe de las 5 fases de la modernización de las piscinas e ignoró la cuantía del ascensor, pero éstas son las cuentas de la gestión política de los asuntos públicos. Lo otro son cuentos, a lo de las cuentas contables me refiero.