|Por Gustavo Gómez|

¿Qué llevó a uno de Cuéllar a embarcar con Colón en la Santa María? Es difícil de explicarlo. Seguramente, historiadores e investigadores serán capaces de dar luz a este pasaje de la historia de nuestro admirado antepasado.

Estamos hablando de Antonio de Cuéllar. Personalmente, no tenía constancia de él hasta que visité la Expo de Sevilla, en 1992. Allí, en la lograda reproducción a tamaño real de las tres carabelas, había un listado de las personas (y sus lugares de origen) que habían acompañado a Cristóbal Colón en 1492. Apenas daba crédito cuando descubrí que un cuellarano figuraba entre los compañeros del descubridor de América. Y desde entonces, claro, saco pecho cada vez que cuento esta hazaña de uno de mi pueblo.

El otro día volví a sacar la anécdota con unos amigos de Granada y, de nuevo, volví a triunfar en la tertulia. Pero, de vuelta a casa, no pude por menos de intentar ampliar la información sobre el marinero cuellarano. Yo, mucho menos intrépido que Antonio de Cuéllar, me limité a navegar por Google.

Resulta que Antonio de Cuéllar era carpintero, lo cual seguro que le venía de perillas a Colón en un viaje tan largo como se presumía. Además, parece que pertenecía a la pequeña nobleza cuellarana. Lo que sí parece históricamente certificado es que murió en el fuerte de La Navidad (actual Haití), debido al ataque de los indígenas, donde no hubo superviviente alguno.

Pero por si todo esto no fuera poco (¡un cuellarano acompañó a Colón!), otro enlace de Internet me llevó a vislumbrar un dato que completa del todo la estupefacción hacia la vida de nuestro querido antepasado: resulta que un tal Guillermo Sena Medina, teniente fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla ofreció una conferencia en Jaén sobre los jienenses que participaron en los viajes de Cristóbal Colón. ¿Adivinan de quién habló? De nuestro carpintero Antonio de Cuéllar. Según el insigne Sena Medina, fue el primer jienense que murió en América.

¿Nacería Antonio de Cuéllar en Jaén y luego se iría a Cuéllar? ¿Desde nuestro pueblo volvería a Andalucía y allí escucharía que un tal Colón buscaba carpinteros para ir a las Indias? Si era de la nobleza, ¿qué le llevó a embarcarse si aquí vivía bien? ¿Huiría por amor? ¿Por deudas? ¿Por espíritu aventurero? Seguramente, jamás sabremos sus razones. Pero, en cualquier caso, queda claro algo: Antonio no se conformó con lo fácil. Buscó otros caminos. Se enfrentó a la incertidumbre. Y, aunque no sabemos si logró o no lo que buscaba cuando embarcó en la Santa María, ha pasado a la Historia con mayúscula.

Por eso, seguiré contando con orgullo que uno de mi pueblo viajó con Colón en el Descubrimiento. Eso fue hace más de 500 años. Como Antonio, el carpintero de Colón, muchos cuellaranos siguen hoy dejando huella. Y, como él, seguramente pasen desapercibidos en su propio pueblo. Es bueno que les busquemos, que sigamos sus pistas y que hablemos de ellos. No sólo por chovinismo sino para que nos sirvan de ejemplo a la hora de buscar nuevos horizontes. En tiempos como los actuales, o nos lanzamos a navegar en mares no surcados hasta ahora, por procelosos que sean, o nos podemos quedar estancados para siempre.