|Por Francisco Salamanca|

Cómo brillan las farolas

cómo lucen las aceras

pensándolo bien, espera,

este pueblo está que mola.


Bancos recién pintados

columpios de mil colores,

Cuéllar está alucinado,

ni de purín hay olores. 


Las calles se han repintado

arcenes de rojo vivo,

flores donde hubo cardos

donde broza, lucen lilos.


Como un hada madrina

alcalde varita en mano,

cual Midas toca y, ¡atina!

lo malo convierte en sano.


¿Mas…, donde la guardería?,

¿el centro de salud nuevo?,

¿y el circuito que quería?,

bueno, barato… ¡y un huevo!


Gimnasio de promesas mil,

incumplidas, ¿ por secreto?,

¿por un palacio en concreto?

¿de congresos, y con atril?  


Muchos años de tristeza

ahora compensar quieren,

entonces, ¿hubo pereza?,

hoy mucha prisa se tiene.


Los vecinos con la mosca,

canción que me suena a mí,

me quieren hacer la rosca,

para llevarme al redil.


Tan solo las votaciones

construyen fuentes con caños,

¡Qué vivan las elecciones!,

¡Qué sean todos los años!