| Fotos: Gabriel Gómez |

Los vecinos de la villa se han sumado este fin de semana a los actos  contra la violencia de género celebrados en  el municipio. El primero de ellos, organizado por la concejalía de Servicios Sociales, tuvo que cambiar su lugar de celebración a causa de la lluvia. Así se trasladó de la plaza de la Huerta Herrera al Palacio de Pedro I. En su sala multiusos se dispuso un gran lazo morado sobre el suelo que se remarcó con velas en recuerdo a las mujeres fallecidas por la violencia de género. De fondo la música de Rozalen y su tela `La Puerta violeta”, un himno contra esa violencia.

La concejala de Asuntos Sociales, Montse Rodrigo, abrió el acto presentándose como una vecina más de la villa “sensibilizada por los acontecimientos de violencia que ocurren en nuestro entorno”. Manifestó que el acto estaba alejado de cualquier signo político para  mostrarse todos unidos. Dio lectura a un manifiesto en el que reclamaba más justicia “para poder desentrañar los conflictos de violencia de género”, y la siguió el alcalde, Jesús García, con “una poesía corta pero llena de mensajes” como él mismo la definió. Tomó tras él el micrófono, Mª Carmen Gómez con una poesía de Espronceda y después la concejala de IU, Montse Sanz, quien si quiso hacer algo de política “porque a través de la política es como conseguimos nuestros derechos y debemos luchar todos para que la política haga efecto”. Leyó también un texto sobre la violencia de género. Carlos Fraile, concejal del PSOE, también  se dirigió a los asistentes condenando esa lacra afirmando que “hay días que da bochorno ser hombre”.

El micrófono quedó después abierto a la participación de los presentes.

 

Colectivo 8M

En la mañana del domingo tuvo lugar en la plaza Mayor un segundo acto, en este caso convocado por el colectivo 8M. La lectura de su propio manifiesto dio paso a la representación de las víctimas de este año 2018 —44— a las que mujeres de todas las edades pusieron voz para decir su nombre y remarcar que habían muerto “asesinadas”. Después cubrieron sus rostros con una careta blanca y les repartieron rosas moradas.

“La violencia de género es aquella violencia que se ejerce contra las mujeres por el mero hecho de ser mujeres, tanto en el ámbito privado como público”, decía el comienzo del manifiesto. “La sociedad tolera que nos maten y nos violen los hombres, y además nos culpan de ello”, afirmaron añadiendo que no debemos olvidar “que los niños y niñas también son víctimas de la violencia de género”. Textos y poemas completaron el acto en el que participaron los asistentes.

Con el testimonio real de una mujer que sufrió el maltrato, se erró el acto. Un testimonio que  conmovió a los asistentes. “Estoy aquí tras sufrir dos intentos de asesinato y os digo a todas las mujeres que no consintáis jamás que os levanten la voz, que os digan quítate esa falda, que os digan no te pongas esa blusa… ahí empieza el calvario”, afirmó. “Los seres humanos nacemos libres, no somos de nadie”, dijo, animando a educar en igualdad