El Centro de Día de Personas Mayores de la Gerencia Territorial de Asuntos sociales en Cuéllar  mantiene hasta mañana abiertas las puertas de su rastrillo solidario que este año destina sus fondos a la Asociación Párkinson Segovia. Gorros, patucos, bolsos, monederos, imanes, tarjetas, broches, costureros, llaveros, cojines, horquillas… y otros muchos productos pueden adquirirse en este rastrillo.

El acto de apertura del rastrillo contó con la presencia de la gerente territorial de Servicios Sociales, Carmen Well, Teresa Herrero, coordinadora de Párkinson Segovia y Javier Martín, presidente del colectivo, además de la directora del centro, Caridad García. García destacó, dentro de los programas que desarrolla la asociación segoviana, el de Párkinson rural, destacando el valor que tiene para el medio rural el que un proyecto así se acerque a los afectados.

La directora destacó también que el rastrillo muestra el esfuerzo de las personas que a lo largo del año trabajan en diferentes talleres, al tiempo que dijo que se trata de “una actividad de sensibilización y sobre todo de solidaridad”. De los trabajos que se venden en el rastrillo subrayó que todos ellos se han realizado “con las manos y esto es hacerlo con la ilusión y con el corazón”. Así agradeció la colaboración del taller de manualidades y pintura, al de bordado y costura, al de bolillos y este año  además han contado con la colaboración de las tejedoras de la Asociación de vecinos La Cuesta El Salvador a las que durante un tiempo han cedido su espacio para trabajar.

Herrero recordó como hace unos años un grupo de familiares de enfermos de la villa contactaron con ellos para proponerles que vinieran a la villa a dar terapias. Así comenzaron a prestar ese servicio contando con una buena respuesta por parte de los afectados, alcanzando las 10 familias involucradas que lograron sacar adelante el proyecto. Desde entonces, señaló, vienen a Cuéllar una vez a la semana a ofrecer terapias rehabilitadoras. En estos momentos cuentan con cinco usuarios y para atenderles se desplazan una fisioterapeuta y un auxiliar, aunque cuando contaban con más usuarios tuvieron también logopeda y otros servicios. Así señaló que les gustaría poder volver a aumentar el número de usuarios par aumentar los medios. Destacó la importancia de acercar los servicios al medio rural donde aseguró existe una gran demanda que hay que atender.

El presidente de la asociación remarcó la importancia del tratamiento a los afectados, un tratamiento físico y mental, y afirmó que “lo primero de todo es reconocer la enfermedad”. Agradeció también la iniciativa del rastrillo.

Well elogió la iniciativa de este rastrillo solidario que el centro realiza desde hace 19 años “demuestra la implicación que tienen los Servicios Sociales y en concreto este centro con la vida en Cuéllar y con todas las entidades benéficas y asociaciones que prestan servicios a todas las personas que lo necesitan”. Considera un reto la atención a los pueblos del medio rural,  y afirmó que la gerencia lo tiene marcado en su hoja de ruta “la atención integral a la persona y a los proyectos de vida centrados en la persona”.

El acto concluyó con la degustación de un chocolate solidario, que podrá tomarse en el bar del centro hasta el domingo, y con el concierto que ofreció Ángela Alegre, profesora de violín y miembro de la Joven Orquesta de la Universidad de Valladolid.