|Fotos Gabriel Gómez|

La lluvia que desde primera hora de la tarde ha comenzado a caer en Cuéllar de manera incesante hacia presagiar que de nuevo la procesión del Niño de la Bola tendría que suspenderse. Los hermanos de la cofradía, la mayordoma y el párroco evaluaban, llegada la hora de inicio del desfile, si salir o no ya que la lluvia comenzaba a  ser más leve. Las puertas del templo se abrían y los asistentes y danzantes esperaban con atención la decisión que finalmente anunció la mayordoma, Alicia Sanz, indicando que la procesión iba a comenzar. La imagen portada en andas hacía su aparición a las puertas del templo donde ya los Hermanos Ramos entonaban la primera de las piezas y los danzantes comenzaban sus primeros pasos. Los petardos anunciaban la salida.

La lluvia se mantuvo muy leve hasta que la imagen ascendió la calle Colegio y al llegar al Mercado del Pan ya fue necesario cubrirla con un plástico para protegerla. Muchos devotos se  fueron sumando en el recorrido y los danzantes se mantuvieron ejecutando sus danzas de cara al Niño, entre ellos pudo verse al folclorista Carlos Porro. A su llegada a San Esteban se danzó a sus puertas en la calle Palacio y después se pasó ya al acceso al templo. Dentro del templo el sonido de las tradicionales tejoletas de madera precedía a las palabras del párroco que después daba paso a la oración al Niño de la Bola y al canto de villancicos, “Dime niño, ¿de quién eres?” y “el Tamborilero”.

En San Esteban, donde la imagen se había descubierto, volvió a plantearse si la procesión continuaba volviendo a San Miguel o no, y determinaron continuar. Así salía del templo portada por los cofrades al son de la dulzaina y el tamboril para por las calles Duque de Alburquerque y Morería llegar hasta la plaza Mayor y tornar a San Miguel donde concluían los actos entonando villancicos.

La lluvia ha sido la protagonista de las dos procesiones del Niño de la Bola, la de Año Nuevo y la del Día de Reyes, aunque esta última se ha celebrado desafiándola. La imagen permanecerá en la iglesia de San Miguel hasta el día de año Nuevo de 2017 cuando protagonizará la primera procesión de ese año, si el tiempo lo permite.