La imagen del Niño de la Bola volvió a recorrer las calles del casco histórico de Cuéllar protagonizando la primera de las procesiones de 2019, coincidiendo con el día de Año Nuevo.

Pasadas las 17.00 horas la imagen partía de la iglesia de San Miguel portada en andas por sus cofrades y al son de la dulzaina y el tamboril de los Hermanos Ramos.  Previamente, por la mañana el templo acogió la misa en la que tuvo el cambio de vara entre el mayordomo de la Cofradía el año pasado, Ramón Olmos, y Jesús Escribano, quien ostenta el cargo este año.

La procesión realizó su recorrido habitual ascendiendo por la calle del Colegio, siguiendo por la plaza del Mercado del Pan y calle Palacio hasta la iglesia de San Esteban, su sede original, en cuyo interior se entonaron sendas piezas al Niño, la primera dedicada a él y la segunda su villancico. El párroco, Fernando Mateo, dedicó unas palabras a los asistentes en las que recordó a los hermanos de la cofradía que por diversos motivos este año no podían participar en los actos. Desde allí la procesión volvió a la iglesia de San Miguel por las calles Palacio y Duque de Alburquerque hasta la Plaza Mayor para concluir en el templo.

El sol acompañó los primeros compases de la procesión y este año fueron más los vecinos de la villa y su comarca los que se acercaron para asistir a este tradicional desfile de Año Nuevo.

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La imagen lució el nuevo traje confeccionado por Azucena Fraile.

Nuevo traje

Coincidiendo con el 340 aniversario de la Cofradía del Niño Jesús de la Bola, la imagen estrenaba ayer un traje, confeccionado y donado por la cuellarana Azucena Fraile. Elaborado en tisú en plata y bordado con hilos de oro, es un vestido realizado en una sola pieza, lo que facilita las tareas de vestir la imagen. El traje se remata con una puntilla en oro con puntas de Castilla, con formas similares a las conchas. En su creación ha participado también Maribel Saz, que ha sido la encargada de realizar con bolillos la enagua.

El bordado es una mezcla de estilo barroco con flores, diseño del escultor y artista Melchor Gutiérrez, quien ha impartido un curso de bordado a Fraile en el que realizó este traje. Otro  detalle del nuevo traje es que incorpora un lazo, cuya finalidad es la de portar  exvotos o pequeñas piezas que los cofrades o devotos quieran regalar a la talla para que las porte en las procesiones. De este modo se evitará dañar la imagen con ello.

Como es tradicional el próximo domingo 6 de enero, Día de Reyes, la imagen el Niño de la Bola, protagonizará la segunda procesión del año. La imagen partirá de la iglesia de San Miguel, en la Plaza Mayor para la procesión a las 17.00 horas y realizará el mismo recorrido que en esta de Año Nuevo.