El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se reunió ayer con los alcaldes de Escalona del Prado, Chañe, Prádena, Cantimpalos, Veganzones y Melque de Cercos con el fin de firmar el convenio de colaboración que retomará en esta provincia el programa para la rehabilitación de viviendas en el medio rural y su destino al alquiler social, ‘Rehabitare’. El programa recuperará siete viviendas en esta provincia con un presupuesto para su arreglo que supera los 296.000 euros.

El programa `Rehabitare´consiste en recuperar viviendas de titularidad municipal que en la actualidad se encuentran abandonadas y cuya rehabilitación resulta interesante para el medio rural. Las viviendas se ubican por lo general en los cascos urbanos, lo que permite contar con todo tipo de servicios, optimizando así las infraestructuras existentes y evitando el deterioro de un patrimonio municipal.

El conveniopermite a la Junta de Castilla y León rehabilitar los inmuebles para destinarlos al alquiler social, integrándose así en el parque público de viviendas de la Comunidad de Castilla y León, y serán los respectivos ayuntamientos quienes determinen el precio del alquiler, que no podrá exceder de la tercera parte de los ingresos de la unidad familiar, así como las personas que ocuparan las viviendas en función de las necesidades de cada municipio, teniendo preferencia los colectivos de especial protección que figuran en la ley del Derecho a la vivienda de Castilla y León.

Por su parte, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente asumirá los gastos que ocasionen la redacción de los proyectos y la ejecución de las obras y la contratación de los equipos.

En la provincia de Segovia se recuperarán siete viviendas, una en cada una de las localidades de Escalona del Prado, Prádena, Cantimpalos, Veganzones, Melque de Cercos, y dos en Chañe cuyas obras de rehabilitación total ascienden a 296.318 euros.

El programa ‘Rehabitare’ se enmarca dentro de las actuaciones que desarrolla la Junta de Castilla y León para potenciar el mercado del alquiler, por entender que, frente a la compra, es lo suficientemente flexible para adaptarse a las necesidades de las familias en un momento determinado, facilitando el cambio de vivienda ante nuevas situaciones personales, sociales, laborales o económicas.