|Fotografías: Alicia Olmos y Angélica García|

Las calles de Zarzuela del Pinar se llenaron de público para seguir la recreación del tradicional belén viviente, una cita que este año celebraba su décimo octava edición. El intenso frío contribuyó a que  el recorrido se realizase más rápido que en años anteriores.

Un centenar de vecinos vieron culminado su trabajo de mucho tiempo con la puesta en escena del recorrido que Jesús y María realizaron junto a la borriquilla en busca de posada, hasta llegar al portal de Belén.

En su camino, que comenzó en la zona de las eras de la localidad junto al Castillo de Herodes,  con la posterior suelta de globos a su paso por el rio, encontraron  panaderos, hilanderas, carniceros, pescaderos, carpinteros, herreros, un mercado, pastores, y La Anunciación,  en total hasta una veintena de escenas.  Los visitantes pudieron también degustar algunas de las elaboraciones de los vecinos en las diferentes escenas, como sopas de ajo, pastas, hojuelas…El recorrido concluyó con la adoración al niño en el portal de todos los participantes en la cita, y como colofón fuegos artificiales para festejar el nacimiento del niño.

El desarrollo del belén viviente tuvo un fin solidario, ya que se llevó a cabo una recogida de alimentos no perecederos en la parte final del recorrido del belén, en la adoración al niño, alimentos que se destinarán a Cruz Roja Segovia. A todos los alimentos recogidos se sumarán los que se adquieran con el dinero recogido en la misa.

El centenar de participantes y los organizadores se reunieron en torno a un refresco tras la recreación y aprovecharon también para comentar cómo se había desarrollado y qué se puede mejorar de cara a próximas ediciones.