El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Segovia, Javier López-Escobar, junto al alcalde de Fuentidueña, Fernando Pérez, ha visitado las obras que el Gobierno regional ha realizado en las ruinas del antiguo Hospital de La Magdalena de esa localidad.

El objetivo del proyecto llevado a cabo ha sido consolidar y dar estabilidad a los arcos de la capilla que todavía se mantienen en pie. La actuación ha contado con una inversión de 54.558,9 euros, cofinanciados con Fondos FEDER.

Las obras se han centrado en los dos arcos de medio punto, de piedra caliza, que configuran el ámbito de la antigua capilla del hospital, para evitar su colapso y desplome, y preservar de este modo las estructuras identitarias que aún conserva el inmueble. De tal forma que, con la intervención ejecutada, se ha consolidado un elemento muy significativo del monumento.

La redacción del proyecto y la dirección facultativa ha sido realizada por los arquitectos Fernando y Jesús Nieto, con un presupuesto de 6.279,90 euros; y los trabajos se adjudicaron por 48.279 euros a Valuarte Conservación de Patrimonio SLU.

Las ruinas del Hospital de La Magdalena, situadas en la parte alta del núcleo de Fuentidueña, están declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de Monumento, desde mayo de 1998.

El Hospital fue fundado por disposición testamentaria de doña Mencía de Mendoza, en 1540, para acogida de pobres y enfermos de Fuentidueña y su alfoz, y permaneció en uso hasta 1853, fecha en la que se produce su abandono y progresiva ruina. No obstante, el edificio conserva algunos de los elementos que atestiguan la enorme importancia y singularidad de este hospital renacentista, como el muro norte, y los dos esbeltos arcos de caliza que configuran la capilla y en los que se han realizado las obras de consolidación.

El muro norte, de mampostería en su interior, es el mejor conservado. Presenta tres alturas, la baja, con dos pequeñas ventanas de gran derrame; la segunda, con tres ventanas de arco rebajado; y la tercera, con una serie de ocho huecos rectangulares. Este mismo esquema se repite en el ala oeste.

El edificio está adosado al flanco oeste de la muralla, y, en el exterior, la fachada norte presenta cuatro alturas. Tanto el muro norte, como la zona actualmente en pie del muro oeste son en su totalidad de sillería. En el muro este se localiza una entrada al edificio, mediante arco de medio punto con gran dovelaje. El muro sur está totalmente en ruinas y aparece cubierto por vegetación.