La lluvia deslució el desarrollo de las fiestas del barrio de San Gil dificultando la celebración de algunas de las actividades principales de la programación. Así algunas de las actividades como los pucheros tuvieron que ser suspendidas y otras como la Carrera de la Familia se desarrollaron a pesar de la lluvia. Medio centenar de familias participaron en esta prueba desafiando a la climatología portando capuchas y paraguas.

La Charanga Noche y Día amenizó el vermú del domingo y la elaboración de la paella, así como su reparto. Un reparto que se vio afectado por la lluvia que impidió que como en ediciones anteriores la comida se celebrará en las calles y los comensales en esta ocasión buscaron cobijo en casas y cocheras. En total se sirvieron unas 900 raciones.

La Asociación de Vecinos dispuso este año una caseta con un rastrillo solidario cuyos fondos recaudados estarán destinados a la Asociación Española contra el Cáncer, AECC.