| Por Pablo Quevedo Lázaro (periodista) |

La aparición de un nuevo medio de información exclusivo para la comarca de Cuéllar, nacido en esta villa segoviana, puesto en marcha por dos jóvenes emprendedores de la localidad, con la colaboración de una amplia representación social, es la mejor noticia que hemos recibido en nuestro entorno en los últimos meses.

En un momento tan complicado para el sector de la comunicación, con drásticas reducciones de plantillas que echan a los periodistas a la puta calle, con el pago de cantidades irrisorias y miserables a buenos profesionales que se dejan el pellejo en este trabajo, con el cierre sin mayor miramiento de emisoras de radio que han sido un referente (como hemos sufrido en nuestra localidad), la presencia de este ilusionante proyecto de Nuria Pascual y Gabriel Gómez supone una bocanada de aire fresco y puro como el de nuestros pinares.

Por fin hay dos valientes que se lanzan a la arena para poner en marcha una iniciativa imprescindible para Cuéllar, una localidad muy necesitada de un renovado espíritu crítico, que debe despertar del aletargamiento provocado por la actual situación social, política y económica, para alzar la voz y manifestarse acerca de lo que ocurre en nuestro entorno.

Estamos, además, en una provincia cuyas instituciones, tradicionalmente, han dirigido su centro de atención hacia Segovia capital y todo lo que esté mirando hacia Madrid.

Los pueblos del nordeste, la campiña y la tierra de pinares han importado bastante poco a las Administraciones, algunos de cuyos responsables solo han pisado estos pueblos en campaña electoral.

Tampoco se ha considerado nuestra comarca por parte de las entidades de ahorro, que no han invertido en obra social ni una décima parte de lo que de aquí se han llevado.

Los medios de comunicación también han sido cómplices en esta marginación de los pueblos. Su interés ha permanecido en función de la capacidad que tuvieran los municipios para generar ingresos publicitarios. Así llegaban los magníficos especiales de las Fiestas si había publicidad. El resto del año, apenas había noticias de los pueblos.

Que a nadie se le oculte que los emprendedores de este proyecto vienen a ganar dinero con el mismo. Por lo menos, a intentarlo. No son la madre Teresa ni la ONG de periodistas de pueblo sin fronteras. Pero para esta comarca, la presencia de un altavoz de su día a día es un paso adelante en el desarrollo social y cultural de unos ciudadanos, ávidos por encontrar un espacio donde hacer posible su derecho a opinar libremente, a criticar los abusos ó a denunciar las injusticias.

Decía el maestro Gabriel García Márquez que “la mejor noticia no es la que se da primero, sino la que mejor se da”. Ojalá que este nuevo medio de comunicación sea un referente en la libertad de expresión. Esa será la mejor noticia para Cuéllar y su comarca.