|  Esta Manifestación Tradicional estrena este año su declaración como de Interés Cultural Provincial concedida por el Instituto de la Cultura Tradicional |


Cientos de personas se han dado cita hoy en Fuentepelayo para asistir a la tradición procesión de la Octava del Corpus de la localidad, que este año estrena su declaración como Manifestación Tradicional de Interés Cultural Provincial.

El fuerte calor no ha mermado la asistencia tanto de vecinos del pueblo como de gente llegada de toda la provincia, así como de otros puntos de España. Los fuentepelayenses habían vivido ya una jornada muy emotiva en las llamadas “vísperas” en la noche del miércoles con la tradicional misa en la iglesia de Santa María la Mayor, oficiada por el párroco Emmanuel Becerra, y el baile de los danzantes, acompañados por el tamboril y la dulzaina, en el interior del templo.

En la jornada de hoy la misa ha estado celebrada por el obispo de la Diócesis, César Franco, a quien han acompañado como es tradicional todos los sacerdotes del arciprestazgo. La comitiva oficial, en la que además del alcalde de la localidad, Daniel Torrego, y su corporación municipal, figuraban el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, y la diputada de Cultura y Juventud, Sara Dueñas, junto a otros representantes de la corporación provincial como Alberto Serna, José Antonio Mateo, Juan Ángel Ruiz y María Cuesta, habían llegado hasta la iglesia procedentes del Ayuntamiento.

Como en la jornada de “vísperas”, el templo estaba abarrotado y decorado con mucho esmero. Las joyas de orfebrería y los palios que protagonizaron después la procesión la adornaban.

La procesión ha discurrido por las de Don Pelayo y calle del Príncipe hasta la plaza de El Salvador. En el camino, los danzantes  han realizado un bonito arco, bajo el que han pasado los palios y toda la comitiva, con el obispo, el resto de sacerdotes, y las autoridades locales y provinciales.

La comitiva ha realizado una parada en la iglesia de El Salvador, donde se ha venerado al Santísimo. Desde allí la procesión ha continuado su recorrido por la travesía del Salvador, calle del Norte, calle del Puente, plaza de la Fuente y plaza Mayor, para regresar a la iglesia de Santa María la Mayor, donde ha concluido.

Termina así un año más la fiesta de la octava del corpus de Fuentepelayo, una de las celebraciones más antiguas de la provincia, lo que junto al apego de sus vecinos y su perseverancia y esfuerzo durante tantos siglos por mantenerla viva le ha valido esa declaración como Manifestación de Interés Cultural Provincial. Ese título ha servido además para que la fiesta haya durado si cabe unos días más este año, pues el viernes pasado ya se pudo ver a los danzantes en acción con motivo de la entrega por parte del presidente de la Diputación de esa declaración al alcalde y a dos de los danzantes.

Una catalogación, la de Manifestación de Interés Cultural Provincial, de la que se informa desde hace unos días a todo el que llega a Fuentepelayo, merced a unos carteles instalados en todas las entradas al pueblo.