Vehículo cedido por la DGT a la Policía Local y utilizado en estas campañas.

Vehículo cedido por la DGT a la Policía Local y utilizado en estas campañas. | Foto: Gabriel Gómez |.

La  Policía Local de Cuéllar colabora con la Dirección General de Tráfico (DGT) en la campaña especial de control de alcoholemia a los conductores, que se desarrolla hasta el domingo 11 de junio.

El objetivo de la campaña es “sensibilizar de que conducir y consumir alcohol son incompatibles”, explicó la subdelegada del Gobierno, Pilar Sanz, para quien “la única tasa segura para ponerse al frente del volante es 0,0 por ciento”.

En este sentido, destacó que “la ingesta de alcohol repercute en un deterioro de la atención, perturba la funciones visual y auditiva, conlleva cansancio y somnolencia”, y alertó de que  “consumir alcohol aumenta sensiblemente el riesgo de accidentes de tráfico”. Añadió que, “aunque nos creamos en pleno uso de nuestras facultades físicas y mentales con la ingesta de alcohol estamos multiplicando el riesgo de sufrir un accidente”.

También alertó de que “el alcohol y las drogas no solo está relacionado con una mayor accidentalidad, sino que también repercute en una mayor mortalidad y peor pronóstico de las lesiones sufridas”.

“Hay que ser consecuente: trata de impedir que otras personas que hayan bebido cojan el coche y nunca subas a un vehículo cuyo conductor haya consumido alcohol o drogas”, aconsejó.

Por su parte, la DGT señala que los efectos del alcohol pueden ser:

De 0,3 hasta 0,5g/l
(Inicio zona de riesgo)
De 0,5 a 0,85g/l
(Zona de alarma)
De 0,85 a 1,5g/l
(Conducción peligrosa)
De 1,6 a 2,5g/l
(Conducción altamente peligrosa)
Aumento tiempo de reacción
Peor percepción de distancia
Graves problemas de percepción
Graves problemas de percepción, de atención, de control y coordinación
Se subestima la velocidad
Problemas de visión
Grandes problemas de atención y  coordinación
Problemas de coordinación
Incremento de la somnolencia

De 0,3 a 0,5 g/l: Excitabilidad emocional, disminución de la agudeza mental y de la capacidad de juicio. El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 2.

De 0,5 a 0,8 g/l.: Reacción general más lenta, alteraciones en los reflejos, comienzo de la perturbación motriz, euforia en el conductor, distensión y bienestar, tendencia a la inhibición emocional, comienzo de la impulsividad y agresividad al volante. El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 5.

De 0,8 a 1,5 g/l.: Estado de embriaguez importante, reflejos muy perturbados, pérdida del control preciso de los movimientos, problemas serios de coordinación, dificultades de concentración de la vista, disminución notable de la vigilancia y percepción del riesgo. El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 9.

De 1,5 a 2,5 g/l: El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 15.