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Las restauradoras observando el resultado de sus trabajos. | Foto: Gabriel Gómez |

Las imágenes de La Verónica y del Cristo de la iglesia de Santa María de La Cuesta lucirán restaurados en los desfiles en que participan durante la Semana Santa. Las restauradoras Mariví Postigo y Diana Martínez, del taller segoviano Danmar, han sido las encargadas de llevar a cabo esos trabajos y han restaurado también el retablo del Calvario. Ellas mismas fueron las encargadas de presentar esas restauraciones en un acto celebrado en la iglesia de San Miguel de la villa.

El Cristo del Calvario de Santa María de la Cuesta, se mantendrá expuesto esta semana en la iglesia de San Miguel, para después pasar a formar parte de la exposición que acogerá la sala cultural Alfonsa de la Torre durante la Semana Santa, para después pasar a la sala expositiva que se está habilitando en la iglesia de San Andrés. El párroco de la villa, Emilio Calvo, explicó que hasta ahora el Cristo se ubicaba en la iglesia de La Cuesta en una zona alta donde no podía verse bien por lo que han decidido su traslado a ese espacio que están preparando.

En cuanto al estado en que se encontraba la imagen, las restauradoras señalaron que encontraba en mal estado de conservación y era necesaria su rápida intervención, sobre todo en lo que respecta a su policromía, ya que presentaba abundantes craqueladuras y levantamientos con riesgo de desprendimiento.

En cuanto al soporte del Cristo, las alteraciones más importantes eran la fendas o grietas abiertas en ciertas zonas de la imagen, como en el pecho y las piernas. Apuntan que probablemente el Cristo, en algún momento, fue sometido a elevadas temperaturas que han provocado tanto la  aparición de estas abundantes fendas, como las craqueladuras de la policromía, ya que las temperaturas altas pueden provocar  la pérdida de flexibilidad  y rigidez en la pintura. También se encontraron suciedad superficial, barnices oxidados y suciedad más incrustada que daba a la imagen un tono amarillento. Se apreciaba también perdidas de policromía las más importantes en el paño de pureza, en las piernas y en pecho, aunque también de pequeño tamaño en toda la superficie.

Aunque el Cristo no presentaba apenas ataque de insectos xilófagos, la cruz sí tenía un grave problema en este aspecto. Por toda la cruz se apreciaban abundantes agujeros de carcoma, aunque de forma más intensa en los extremos.  En algunas zonas ya se habían perdió incluso parte de la madera. En cuanto al oro de la policromía presentaba las mismas alteraciones que la imagen: suciedad y barnices oxidados, roces, perdida del oro, manchas de pintura…

El proceso de restauración ha consistido en el sentado de la policromía levantada para después proceder a su limpieza con métodos químicos con hisopos de algodón para retirar los barnices oxidados y la suciedad más adherida. Para el paño se pureza se utilizaron métodos químicos con lapiceros de fibra de vidrio. Se estucaron las faltas de policromía con yeso, para nivelar la superficie y prepararla para su posterior reintegración cromática. Finalmente se aplicó un barniz para darle la protección y brillo deseados.

En la cruz, además de estos procesos,  se realizó un tratamiento especial  para la madera. Así de forma preventiva se inyectó por lo agujeros de la carcoma un producto antixilófago. Después, de la misma manera, a través de inyecciones para favorecer la penetración del producto, se aplicó el consolidante de la madera.

Las restauradoras señalan que cuando se creó este Calvario, seguramente estaba pensado para coronar la parte alta un gran retablo. Por este motivo la policromía del Cristo no cubre todo su  cuerpo, sino sólo la parte delantera. Actualmente el Cristo se ha convertido en una imagen procesional, por lo que ahora va a ser observada por todos los lados, por este motivo, se ha realizado una veladura en la parte trasera donde faltaba la policromía, imitando los colores del frente,  para lograr una visión global de la escultura.

 

Retablo del Calvario

El retablo del Calvario de la iglesia de San Miguel contaba, según las restauradoras, con grandes acumulaciones de polvo, principalmente en las partes superiores y de peor acceso. También se encontraron con fendas en varias zonas, algunas de ellas bastante abiertas por la humedad del retablo y grandes faltas de soporte de un antiguo ataque de carcoma, que se unía a un ataque más reciente. También se encontraron con barniz oxidado y grasa adherida parte de ello procedente de una actuación anterior.

En la intervención se cerraron las fendas con madera de balsa y una resina epoxídica antes del estucado final. Además la carcoma se trató con antixilófagos y se inyectaron también consolidantes para endurecer el retablo y poder realizar el tratamiento, que continuó con el estucando en las faltas de policromía y la reintegración de la misma.

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Imágenes de La Verónica y el Cristo de La Cuesta tras la restauración. | Foto: Gabriel Gómez |

 

Verónica

La restauración de la imagen de La Verónica coincide con el 30 aniversario de su cofradía, que ha sido la encargada de costear los trabajos. Esta imagen presentaba numerosos picotazos en la cara y las manos, al parecer  de los alfileres que sujetaban las vestimentas.  También tenía mucha suciedad y barnices y en la parte posterior se apreciaban fendas abiertas y desgastes de la policromía.

Las restauradoras detallaron que a las faltas de policromía y suciedad generalizadas de la imagen, se unían detalles como el del dedo meñique de una de las manos, que estaba rehecho y en la restauración decidieron mantenerle dándole nueva forma con resina.

La intervención de la imagen ha consistido en una primera eliminación del polvo para después realizar una limpieza química para eliminar el barniz y la suciedad, se ha realizado el cerrado de fendas con maderas y resina. Se ha consolidado el soporte afectado por carcoma aplicando un tratamiento antixilófagos preventivo y se estucaron las lagunas con yeso tradicional para después realizar su reintegración cromática antes del acabado final.

El párroco de la villa, Emilio Calvo, recordó en el acto que aún falta la presentación de los trabajos que se están realizando en la Oración en el Huerto, con lo que prácticamente todas las imágenes que procesionan en la Semana Santa de Cuéllar van a estar restauradas.