“Deshaced ese verso.
Quitadle los caireles de la rima,
el metro, la cadencia
y hasta la idea misma…
Aventad las palabras…
Y si después queda algo todavía,
eso será la poesía.”
León Felipe
|Por Fernando Cárdaba|

El dedo se desliza del off al on. ¿Si? Uno, dos… probando… ¿se oye bien?  Ahí empieza todo.  Un micrófono que se ajusta a la altura de la boca, un atril, una pequeña luz. Quizá un cuaderno manuscrito, o una hoja tembladera, o un libro abierto a la presión del pulgar… Y el silencio… Ese silencio cómplice de quien está dispuesto a escuchar, y de quien está preparado para ofrecer su voz, su música, su presencia. Un instante único que dura el tiempo de un latido, de una respiración, de una eternidad, pero que es siempre un momento preciso, medido, exacto. Y después viene la palabra. En voz alta, amplificada. La palabra escrita por los grandes y las grandes poetas cobra vida propia en la boca de humildes lectores y en los oídos de los escuchantes.  Y se desencadenan otros sonidos, otras músicas, otras formas de escuchar que huyen de lo cotidiano…

Este pequeño milagro ocurre un jueves de cada mes en un bar indeterminado de Cuéllar desde el invierno pasado. El evento – que surgió de manera espontánea y casi nada preparada tras una reunión previa convocada para miembros de Gente Festeamus, Club de lectura y otros ámbitos culturales receptivos al hecho poético – ha ido creciendo, boca a oreja, sin ninguna pretensión más allá de compartir un rato agradable en busca de un trocito de belleza robada a los que tienen el don de la poesía. Ha crecido en número de participantes, en número de espectadores, en afán de preparación de cada pieza poética.

Cada mes elegimos un tema o autor sobre el cual recitar. Hasta el momento, hemos leído sobre León Felipe, sobre los místicos castellanos, sobre la mujer, sobre la República, y sobre Gloria Fuertes. El motivo de junio versa sobre `los árboles´. Los que quieren participar escogen una o varias piezas del tema en concreto. Hay quien las recita en solitario, hay quien las recita en compañía,  hay quien las canta, quien las prepara con músicos en directo, quien se busca una música de fondo tocada por su hijo… Por suerte también hay poetas entre nosotros, quienes nos enseñan sus versos y reflexiones sobre el tema que toque, lo cual enriquece mucho los encuentros poéticos y aportan luz

Se trata de dar libertad a la manera de exponer, de sentir la poesía, buscando formatos clásicos u otros menos convencionales, pero siempre tratando de compartir con los demás un momento poético.

A través de estos encuentros, se descubren nuevos o viejos autores a los que se puede leer, bellos poemas o canciones que cuentan cosas de ti o tu manera de pensar o sentir…

Y también nuevas propuestas que hacer. Del tema del mes de mayo, que fue Gloria Fuertes surgió la idea de hacer un recital con niños. Así preparamos una convocatoria a través de colegios y Ampas de la localidad para que se apuntaran a los niños y niñas que quisieran recitar algún poema o cuento de Fuertes. La propuesta ha tenido éxito y mañana viernes, 27 de mayo, a las 19.00 horas en la Biblioteca de Cuéllar va a tener lugar un recital llamado “Micros abiertos de poesía – Los niños recuerdan a Gloria Fuertes”. Alrededor de 30 niños se aproximarán a los versos de la poeta. Esperamos que sea un momento especial para ellos y para los que presencien la lectura de poemas.

Seguiremos encontrándonos, abriendo el micro, para que el que quiera pueda expresarse y comparta un acto poético en busca de la belleza que tanto necesitamos en este mundo a veces gris.