Retablo tras la restauración.

Retablo tras la restauración.

El altar mayor de la iglesia de Santiago de Navas de Oro ya luce su nueva imagen tras la restauración que ha afectado a todo el conjunto, y que ha sido acometida por Marivi Postigo y Diana Martínez de la empresa Dammar Conservación y Restauración.

Las restauradoras señalan que la intervención realizada sobre el retablo comenzó con  el sentado de la policromía y de la lámina de oro, la cual “estaba peligrosamente levantada con riesgo de pérdida”, apuntan. Este levantamiento se debía posiblemente, a los movimientos del soporte por los cambios bruscos de temperatura que ha podido sufrir la iglesia.

Una vez sentada toda la capa pictórica, se procedió a la limpieza del oro y policromías.

La parte baja del altar hasta la mitad del segundo cuerpo aproximadamente, tenía una gruesa capa de purpurina oxidada la cual estaba afectando a la visión global del conjunto, y el resto, carecía prácticamente de barniz protector, por lo que la suciedad había penetrado en la lámina de oro, haciendo más dificultosa la limpieza, explican las restauradoras.

Por otro lado se han reconstruido volumétricamente, piezas decorativas, molduras… que al estar perdidas alteraban la visión global. “Las columnas tenían fendas longitudinales, las cuales se han cerrado con chuleteado de maderas de menor dureza a la original y resinas epoxídicas”, según han detallado las responsables de Dammar.

Las faltas de sustrato pictórico se rehicieron con estuco tradicional y se reintegró con acuarelas y pigmentos al barniz.

La tabla del calvario se limpió químicamente y se estucaron las faltas para su posterior reintegración.

Los cuadros de San Pablo y San Pedro estaban separados del soporte por lo que se buscó su planaridad con humedad, presión y calor, para así devolverles su estado original.

Las esculturas presentes en el altar se han limpiado químicamente, eliminando gruesas capas de cera con disolventes y focos de calor. Se rehicieron también los volúmenes con resinas y se reintegraron cromáticamente.

La estructura del ático ha sido reforzada mediante sujeciones metálicas a la pared para afianzarla y las piezas de madera desplazadas hacia atrás se han devuelto a su sitio y se han reforzado con espigas de madera y cola.

La pasada semana se retiró el andamio, dándose por concluida la obra, y ayer se explicaron a los vecinos los trabajos realizados.