San Isidro bendijo el domingo los campos de la comarca, y lo hizo trayendo el tan esperado sol tras varios días de lluvia. Los agricultores se lo agradecieron acompañándole en los actos de su festividad que principalmente fueron misas y procesiones.

En Cuéllar la misa tuvo lugar en la iglesia de La Cuesta y seguidamente se desarrolló la procesión hasta la Cruz de Santo Domingo al son de la dulzaina y el tamboril que hicieron danzar a los acompañantes. El recorrido se extendió hasta  el acceso a la Residencia de Ancianos El Alamillo para desde allí tornar al templo.

El párroco de la villa bendijo los campos antes de que  la comitiva regresara al templo.