|El Ayuntamiento ha dado por concluido el encierro a las 11.16 horas cuando aún quedaba por inmovilizar una de las reses|


|Fotos: Gabriel Gómez y Nuria Pascual|

El segundo de los encierros del ciclo cuellarano ha dado un giro de 180 grados a lo sucedido en el del domingo. Las reses de la ganadería sevillana de Castilblanco han protagonizado un encierro complicado tanto en el campo como en las calles del municipio. Tras muchas dificultades para encauzar y reagrupar a cuatro de las reses en la zona de El Embudo pasadas las 9.40 horas tres de ellas han entrado en el recorrido urbano y finalmente han sido las que han protagonizado el encierro.

Ya la salida de los corrales del Cega ha sido peligrosa con una de las reses que se desviaba hacia la derecha a la zona donde se ubican los vehículos generando riesgo entre corredores y público. La rápida actuación de un caballista ha hecho que la res fuera reconducida a la manada. Ya en el tramo de pinares tres reses se han escapado y finalmente el empeño de los jinetes ha hecho que se recondujera una que finalmente no ha llegado a pisar el asfalto de las calles cuellaranas desviándose hacia la pimpollada en El Embudo a las puertas del municipio. El paso de Las Máquinas un buey y un toro han precedido al resto de la manada. Mucho peligro para los caballistas y muy duro el trabajo con estas reses que arremetían contra los animales. De las dos restantes una ha sido sedada y la otra se encuentra localizada.

En las calles los cabestros han precedido a las reses en todo el recorrido, que han realizado en solitario con los tres toros por detrás uno a distancia del otro. Los contínuos derrotes a las talanqueras han protagonizado su paso por las calles, especialmente en la calle Parras, cruce de san Francisco y hasta la plaza de Toros.

A las 11.16 minutos desde el Ayuntamiento se daba por concluido el encierro, que hasta ese momento mantenía la incertidumbre de la posible entrada de la cuarta de las reses que finalmente ha sido sedada.

El baile de rueda ha prolongado hoy su desarrollo durante más tiempo de lo habitual haciendo más amena la espera de la llegada del encierro.

Asociaciones

La Peña Taurina El Encierro destaca en su valoración la desigual presentación de las reses del encierro y que una de ellas mostraba una cornada en los corrales. Asímismo señalan el peligro que se ha vivido en la suelta y resaltan el trabajo de los caballistas, corredores y pastores para reconducir y hacer llegar las reses a la plaza. Apuntan también  la presencia de más caballistas que los autorizados en la suelta. “El encierro de hoy ha acusado todo lo que no debe hacerse, y sobre todo, ha puesto en evidencia cuestiones que el protocolo propuesto por los diferentes colectivos de la localidad ya contempla. Entre las más importantes las falta de información a los cuellaranos y visitantes sobre el fin del encierro”, destacan.

Por su parte, la Asociación Encierros de Cuéllar recuerda que los toros han llegado a los corrales del Cega “sin pasar el obligado encabestramiento”. Esto señalan que ha hecho que los toros hayan omitido a los cabestros y cada uno haya derivado hacia zonas diferentes en los pinares.  “Traslado muy complicado, con toros cansados desde la salida de Corrales. El protocolo de encabestramiento, previo al encierro, no se ha cumplido y así nos ha ido”, valoran.

Señalan que dos caballos han sido alcanzados por las reses, uno en la suelta y otro en El Embudo.

Encierros de Cuéllar destaca la calidad de un baile de rueda bien amenizado y con mucha participación.

En su valoración destacan la falta de encabestramiento de los toros “muy ajenos a los mansos en todo el recorrido”. “Desconocemos las causas de esta situación( sanitaria, económica..). Pero estas causas han derivado en un muy mal encierro. Volvemos a la situación de años anteriores”.

“Los errores anteriores no se han  tenido en cuenta y hemos vuelto a las andadas de retrasar en exceso un encierro por un toro, que al final ha tenido que ser anestesiado”, señalan en su valoración . “Hemos corrido diez bueyes cuando estos se necesitaban en el Embudo para recoger al toro descolgado”, afirman. Destacan que “el recorrido ha estado abierto al encierro durante horas, con gente en el mismo ajena a este trámite que ha podido derivar en situaciones peligrosas”.

Califican el encierro como muy malo “cometiendo errores que suponíamos se habían solucionado después de tantas reuniones”.