Tras decorar los parques y jardines con sus creaciones en ganchillo las vecinas de los barrios de La Cuesta y El Salvador afrontan un nuevo reto: realizar toldos que decoren a la vez que den sombra en sus calles el próximo verano. El ganchillo es de nuevo la técnica elegida aunque en esta ocasión no lo realizan con lana sino con ovillos de plástico realizados a partir del material cedido por una empresa local y de bolsas de plástico.

La presidenta de la Asociación de Vecinos de ambos barrios, Elena Núñez, afirmó que tomaron la idea de una iniciativa similar llevada a cabo en la localidad cacereña de Valverde de la Vera, donde un centenar de vecinas de este municipio de unos 500 habitantes se afanan desde hace 4 años en decorarlo con parasoles tejidos con plástico. Su proyecto fue además seleccionado por el Instituto Cervantes español y el Goethe alemán para el programa Architectus Ómnibus.

En el centro cultural Santa Clara se reúnen cada semana una treintena de vecinas de estos barrios cuellaranos para confeccionar los toldos, con formas diferentes y propuestas coloridas que sin duda atraerán la atención de vecinos y visitantes. Para colocar los toldos y parasoles será necesario contar con la implicación de los vecinos del barrio que deberán autorizar la colocación y anclaje en sus viviendas.

La confluencia de la calle Segovia con la calle Trinidad y la ronda de San Bartolomé, la plaza de El Salvador y la plaza de la Cruz son algunas de las zonas donde quieren instalar sus creaciones, siempre en función de los permisos de los vecinos.

Núñez señala que su objetivo es conseguir que los visitantes de las Edades del Hombre se adentren en el municipio y puedan encontrar elementos atractivos en los barrios de la villa.

La presidenta del colectivo destacó que el taller se lleva a cabo gracias a los fondos cedidos por la Asociación El Botiller y La Vega tras su disolución, fondos que utilizarán para llevar a cabo otros talleres.