Navalmanzano (2)

Presentación de la Feria de Usos y Costumbres en Diputación.

Navalmanzano prepara su Feria de Usos y Costumbres que el sábado 1 de agosto alcanzará su decimocuarta edición. La localidad se trasladará en el tiempo esa jornada a partir de las 19.00 horas hasta principios del siglo XX, justo antes de que se produjera la mecanización del campo.

Un centenar de vecinos participará en la recreación de diversos oficios y estampas típicas del pueblo de aquel entonces, de los que podrán disfrutar los alrededor de 1.200 empadronados y unos 2.000 habitantes con los que cuenta la localidad en verano, más los muchos visitantes que se acercan hasta allí para disfrutar de la fiesta.

La Feria se presentó en la Diputación con la presencia del diputado de Promoción Económica, Jaime Pérez; la teniente alcalde de Navalmanzano, Silvia Olmos; y el propietario del Museo sobre la Labranza existente en la localidad, Félix Otero.

Jaime Pérez ha aplaudido el esfuerzo de los vecinos de Navalmanzano por sacar adelante un año más esta actividad en la época estival.

“Se trata de rememorar la época de nuestros abuelos, y cómo era su vida y los oficios que había, como el de segadores o el de resineros”, comentó la teniente alcalde de la localidad.

A la celebración se han sumado en los últimos años muchos jóvenes, pues algunos de los mayores que la iniciaron ya no pueden participar. “Se trata de rememorar lo que aquellas personas han vivido y enseñárselo a las nuevas generaciones”, añadió Olmos.

Aunque el Ayuntamiento se encarga de coordinar las diferentes escenas, como la fiesta depende de la participación de los vecinos hasta última hora es difícil señalar con exactitud cuántos oficios se representarán y es posible que “a última hora haya alguna sorpresa”.

La recreación se iniciará a las 19.00 horas y terminará cuando se ponga el sol. Como complemento a la actividad, los asistentes podrán disfrutar a partir de las 21.00 horas de la actuación del Hombre Folkíbero, dentro del programa “Vienen los Segadores” de la Diputación; y visitar la Casa del Labrador, propiedad de Félix Otero.

Otero comenzó a recopilar objetos del pasado de Navalmanzano hace 45 años. Su afición le venía de niño desde que vio que su abuela vendía un almirez. “Me daba pena que lo vendiera, y empecé a guardar cosas, y colaboré en que mucha gente no tirara otras, pues son la historia del pueblo”, afirmó.

La Casa del Labrador

La Casa del Labrador recoge todos los utensilios de las antiguas cocinas de Navalmanzano y todos los aperos de labranza. A Otero le gustaría poderlo exponer en mejores condiciones, pero solo tiene una nave que no está techada, y “aunque las cosas no se mojan, hay mucha humedad, por lo que hay que limpiarlas continuamente”.

Otero atiende habitualmente a todos los que quieren visitar su pequeño museo, incluidos grupos escolares, lo que les permite disfrutar de objetos tan curiosos como un bozal para destetar a los terneros, una tarja para comprar el pan o el cartel que se colocaba en las casas desde 1828 para saber que estaba asegurada.

Félix se ha encargado de restaurar todos los objetos que acoge su Casa y que le gustaría poder exponer en una nave más amplia de unos 400 metros. “En aquella época se vivía peor que ahora, pero se vivía feliz”, apuntó

Los visitantes podrán ver desde el rodillo de la abuelas (la lavadora actual), a la hoz (la cosechadora) o el trigo candeal que se usaba en aquella época.