Pedro de Benito junto a su esposa Henar Lázaro.

Pedro de Benito junto a su esposa Henar Lázaro. |Foto: Pablo Quevedo|

| Su muerte causa la consternación de cientos de personas que agradecen una vida dedicada a la labor social |

| Por Pablo Quevedo | 

El cuellarano Pedro de Benito Polo falleció ayer en Aranda de Duero, localidad en la que residía desde hace más de 50 años, sin que nunca abandonara sus orígenes y raíces en la segoviana.

Pedro de Benito, casado con Henar Lázaro, era una de las personas más apreciadas en la localidad arandina, por la labor social desarrollada durante este tiempo, su dedicación a las personas más necesitadas y el trabajo efectuado en los últimos 20 años como presidente de la Cruz Roja de la denominada capital de la Ribera.

Su labor de entrega hacia los más débiles fue reconocida con el premio Paul Harris, además de ser considerado toda una institución en la ciudad burgalesa.

Toda su vida estuvo dedicada de manera altruista a la ayuda a los más necesitados, a los que carecen de lo mínimo para vivir dignamente, a las familias a las que la crisis golpeó de manera más dura.

Estas fueron las directrices que guiaron el camino del cuellarano Pedro de Benito Polo durante más de 50 años, en los que invirtió el tiempo libre que le dejaba su trabajo en banca y en los que empleó dedicación exclusiva desde su jubilación.

Desde 1995, Pedro de Benito fue presidente de la asamblea local de Cruz Roja en la localidad burgalesa de Aranda de Duero. Otro de los objetivos prioritarios que marcó el trabajo de Pedro de Benito fue la integración de los inmigrantes en la comarca arandina.

Pedro de Benito Polo nació hace 80 años en Cuéllar. A los 24 años se trasladó a Aranda de Duero para trabajar en Banesto, donde siguió residiendo con su esposa, Henar Lázaro, y donde tuvo tres hijos, Ana, Marcos y Alberto, así como dos nieto, Henar y Héctor.

A pesar del tiempo que estuvo fuera de Cuéllar, fueron numerosas las ocasiones que regresaba a su villa natal para visitar a su familia y a los muchos amigos que le apreciaban.

Muchos son los cuellaranos que conocieron también la destacada labor que Pedro de Benito desarrolló durante todos estos años en Aranda de Duero en el campo del voluntariado y de la ayuda a los más débiles.

Pedro de Benito entró en Cruz Roja como voluntario en el año 1979. Cuando en 1995 asumió la Presidencia, dedicó todos sus esfuerzos a potenciar los proyectos y servicios de la asamblea local. Empezó con el Plan de Socorros y Emergencias que presta Cruz Roja en la capital de la ribera del Duero y consiguió una ambulancia más financiada con fondos privados y públicos tras llamar a las puertas de empresas e instituciones. Esto le permitió también aumentar los servicios preventivos de Cruz Roja en las numerosas actividades deportivas, culturales y sociales que tienen lugar habitualmente en esta localidad burgalesa.

Fue uno de los impulsores de la implantación del servicio de ayuda a domicilio para personas mayores y discapacitadas, proyecto que obtuvo una gran demanda en toda la comarca arandina.

En el año 2000, Pedro de Benito firmó un convenio con el Ministerio de Educación para el transporte escolar de menores con problemas de movilidad y discapacidad tanto física como psíquica, para lo cual Cruz Roja de Aranda de Duero adquiere un autobús de transporte adaptado.

Con la Gerencia Territorial de la Seguridad Social rubricó otro acuerdo con el fin de regentar un centro de día para personas mayores y asumió el transporte diario de estas personas con el autobús adaptado.

Otro de los asuntos en los que Pedro de Benito puso máximo empeño fue el servicio de teleasistencia domiciliaria para personas de edad avanzada, con discapacidad o enfermedad, que viven solas o lo están gran parte del día. Este servicio pretende que todas estas personas tengan atención las 24 horas los 365 días del año, para lo cual se dispone de un amplio grupo de voluntarios.

Posteriormente, Pedro de Benito creó los servicios de ayuda complementaria y apoyo temporal a familias con personas mayores dependientes. Esta iniciativa facilita a estas familias y personas que viven solas un apoyo social para reducir el impacto de la dependencia.

Otro de los objetivos prioritarios que han marcado el trabajo de Pedro de Benito ha sido la integración de los inmigrantes en la comarca arandina. Así, impulsó la puesta en marcha de clases de apoyo escolar y de lengua castellana en los colegios para niños inmigrantes, así como el programa de intervención social y de empleo también para personas procedentes de otros países. A la postre, estos programas se han valorado como muy necesarios y están ofreciendo unos resultados muy óptimos.

Los niños tampoco estuvieron al margen de la dedicación de Pedro de Benito, quien llegó a firmar un convenio con el gerente del Hospital Santos Reyes de Aranda de Duero, mediante el cual los voluntarios de Cruz Roja Juventud acuden a jugar y a acompañar a los más pequeños que están ingresados en este centro.

Además, consolidó los programas de ayuda contra la pobreza y la exclusión social que benefician ya a más de 500 familias arandinas cada año, con la entrega de más de 57.000 kilos de productos no perecederos.

Toda esta vida de dedicación a los más desprotegidos fue reconocida en el año 2005 por el Club Rotary Internacional, al otorgarle a Pedro de Benito el prestigioso Premio Paul Harris por la efectiva y excelente labor desarrollada en beneficio de la comprensión y las relaciones de amistad entre los pueblos del mundo.

Aunque el mayor reconocimiento fue el que le brindaron los trabajadores, voluntarios y cerca de 2.000 socios de Cruz Roja de Aranda de Duero, así como toda la sociedad arandina que conoce y ensalza la entrega y el tesón de Pedro de Benito a lo largo del tiempo.

Con valores como la solidaridad, el respeto y la dignidad por bandera, el cuellarano Pedro de Benito Polo ha dejado un listón muy alto para todos aquellos que quieran seguir la senda de la dedicación altruista a los más débiles.