| La Asociación El Espadañal señala que vertidos como este comprometen la biodiversidad del rio |


El Seprona recibió ayer un aviso de la aparición de peces muertos (truchas, gobios, bermejuelas …) en el rio Cega a la altura del polígono de la Comunidad de Villa y tierra de Cuéllar. Acudió al lugar y allí encontraron unos 30 o 40 peces muertos en un remanso del río Cega, según señalan desde la Subdelegación de Gobierno,  en un tramo de unos tres kilómetros aguas abajo desde el polígono.

El Seprona está investigando un posible vertido, aunque ayer no se detectó que los hubiera.

 

Espadañal

Desde la Asociación para la Defensa de la Naturaleza El Espadañal señalan que “desgraciadamente comienzan ya a ser demasiado frecuentes las malas noticias en las cuales el río Cega es el protagonista obligado”.

En pleno debate sobre la conveniencia de llevar a cabo trasvases de agua hacia lugares de agricultura intensiva con la consiguiente sobreexplotación del caudal, señalan que “resurge hoy el problema, nada nuevo, de los vertidos incontrolados”.

“En esta ocasión, un número incontable de peces muertos: trucha común, gobio y bermejuela, han aparecido regados por el cauce aguas abajo del puente Segoviano dentro del término municipal de Cuéllar”, afirman. Asímismo apuntan que “curiosamente, el punto a partir del cual se ha verificado la mortalidad masiva de peces coincide con el lugar en el que se ubica el desagüe del polígono industrial Comunidad de Villa y Tierra”. “Allí, se ha podido constatar por parte de agentes de la guardia civil, un fuerte olor a disolvente o aguarrás, que además ha borrado todo rastro de vida en el lecho del río”, añaden.

“Vertidos como los descritos anteriormente, propios de décadas pasadas, parece mentira que puedan seguir realizándose en pleno siglo XXI”, señalan indicando que “otros problemas comienzan a acumularse y a comprometer seriamente, no sólo la supervivencia de la biodiversidad de nuestro río, sino también la seguridad, el bienestar y la salud de la población humana”.

“No debemos olvidar que aguas abajo del vertido, el agua potable de poblaciones enteras depende del río Cega y difícilmente los mecanismos de potabilización de agua pueden eliminar contaminantes industriales como los que presumiblemente han sido vertidos en este caso”, indican. “Se plantea ahora la pregunta de quién o quiénes serán los responsables de este lamentable suceso y, sobre todo, qué consecuencias tendrá esto, no sólo respecto del castigo pertinente, sino de las potenciales actuaciones que necesariamente deberían planificarse y ponerse en marcha para evitar que algo así vuelva a suceder en el futuro. Mientras tanto, kilómetros de río han quedado desolados en un paraje considerado espacio protegido dentro de la red natura 2000 (ZECES4180070-Riberas del Río Cega)”, continúan.

Finalmente afirman desconocer “en qué medida este vertido afectará a otras especies no acuáticas que puedan intoxicarse al beber el agua contaminada o al alimentarse de los peces muertos, provocando así una cascada de mortalidad difícil de evaluar”. Concluyen señalando que probablemente “la recuperación total de este espacio demandará muchas décadas y una fuerte regulación para evitar que sucesos como este puedan volver a repetirse en los próximos años”.