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Un participante en la cata a ciegas de agua compara dos muestras. | Foto: Gabriel Gómez |

El agua de la red de abastecimiento de Cuéllar ha sido la mejor valorada en la cata `a ciegas´ en la que los vecinos han podido participar hoy en los Paseos de San Francisco, dentro de los actos organizados por Aquona y el Ayuntamiento coincidiendo con el Día Mundial del Agua. Otra de las actividades ha sido la visita a la estación de tratamiento de aguas (ETAP) por los alumnos del colegio La Villa. En ella los escolares han aprendido desde dónde llega el agua a la villa, hasta el tratamiento al que se la somete antes de almacenarla para que llegue a los hogares.

La cata de agua contó con cuatro muestras, una de ellas de la red de abastecimiento de Cuéllar, la de Arroyo de la Encomienda, la de la Mancomunidad del río Eresma y la cuarta de agua embotellada.

Los participantes bebían las muestras y debían responder a varias preguntas relacionadas con el aspecto visual, el grado de turbidez o claridad del agua; a nivel olfativo comprobar si desprende olor o no y finalmente el sabor “que es lo que más diferencia puede dar entre unas aguas y otras”, señaló Francisco Pérez, Aquona que se encargó de la cata. Finalmente se realizaba una reflexión preguntando a los asistentes si beberían el agua, si han reconocido el agua de la villa o no, se les cuestiona sobre si beben de manera habitual agua embotellada o del grifo y se les pide su opinión sobre el agua del municipio.

Sobre la calidad del agua de Cuéllar, Pérez ha dicho que  es “buena” más teniendo en cuenta que procede del río y está cerca de la montaña “y no es una agua tan procesada como la de Arroyo de la Encomienda o la de Valladolid, que pueden tener otros condicionantes”. En las catas, señaló que las procedentes de localidades próximas a la sierra apenas se diferencian con el agua embotellada mientras que  cuando es más procesada si lo notan. También  apuntó la diferencia existentes entre el agua embotellada de diferentes marcas, tanta que “en algunas encuestas ha salido la peor valorada un agua embotellada”.