| Vecinos y visitantes no quisieron perderse momentos como la salida del Nazareno y La Soledad, o los saludos entre las imágenes |

| Fotos: Nuria Pascual y Gabriel Gómez |

Las calles de Cuéllar volvieron ayer a llenarse de público para seguir la procesión de Viernes Santo, un desfile que a pesar del cambio en el recorrido prolongó su desarrollo durante más de tres horas para culminar en la plaza Mayor, pasadas las 23.30 horas.

Dos años sin Semana Santa se hicieron notar, y miles de personas se distribuyeron a lo largo de todo el recorrido de la procesión, algo que favoreció la buena climatología. A los puntos habituales donde más espectadores acuden como la salida del Nazareno de la iglesia del Convento de Santa Clara, la de la Soledad de la iglesia de San Francisco o el encuentro del Cristo Yacente con La Soledad en la plaza de San Francisco, se sumaron ayer otros como la plaza de la Cruz, por donde  la procesión pasaba este año por primera vez. Ese fue el principal cambio de este desfile, que trató de acortarse modificando el recorrido, que antes pasaba por la carretera de Arévalo, plaza del Salvador y calle Arévalo para llegar a la calle Segovia. Un cambio que ofreció algunas dificultades a cofradías como la del Nazareno que requirió un esfuerzo extra de sus costaleros para realizar las maniobras que les permitieran salvar el cableado eléctrico en la calle Diego Velázquez, la plaza de la Cruz y la calle Segovia.

El sonido de las cornetas y tambores se convirtió un año más en el protagonista.

El sonido de las cornetas y tambores se convirtió un año más en el protagonista de la mano de las bandas de las cofradías, y la música de la Banda Municipal fue la encargada de acompañar y cerrar el desfile. No faltaron las saetas al paso de las imágenes en diferentes puntos del recorrido. También el arrastrar de cadenas de algunos de los penitentes que acompañaban a los pasos destacó sobre el silencio del público.

A las 19.30 horas comenzaron los actos con la salida de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la iglesia del Convento de Santa Clara. Mucho público y expectación en esta salida y como es tradicional también a las 20.40 horas cuando se produjo la de Nuestra Señora de La Soledad de la nave central de la iglesia de San Francisco al son de su banda de cornetas y tambores. Esta última se vio algo deslucida sobre ediciones anteriores debido a el vallado que protege ls catas arqueológicas realizadas en se espacio, previas a las obras de acondicionamiento de la plaza.

Los pasos fueron confluyendo y disponiéndose en orden procesional en la plaza de San Francisco. Un punto en el que se tuvieron lugar los saludos del Nazareno a La Verónica, y el Cristo Yacente y La Soledad, ambos portados en andas por sus cofrades un saludo solemne en el que ambas imágenes se inclinan para después incorporarse cerrando la procesión. Un acto que cosechó el aplauso de cuantos allí se congregaban.

La Cruz Desnuda fue la encargada de abrir el desfile. Tras ella el Cristo Atado a la Columna, Nuestro Padre Jesús Nazareno, La Verónica, El Calvario, La Dolorosa, el Cristo Yacente acompañado por la Banda Municipal de Música de la villa y finalmente La Soledad que cerraba la procesión seguida de las autoridades municipales y eclesiásticas, y representantes de las fuerzas de seguridad. Como ya sucedió en 2019, el paso de la Oración en el Huerto no pudo salir por falta de cofrades, una reducción que también se ha producido en otras cofradías que han tenido que realizar un esfuerzo para poder sacar sus pasos.

Con aplausos reconoció el público congregado en la plaza Mayor el trabajo de los costaleros del Nazareno y La Soledad, y también el buen hacer de la Banda Municipal de Música.

El recorrido concluía a las 23.45 horas con la entrada del Cristo Yacente al son del himno de España en la iglesia de San Miguel. Instantes antes, ya con todos los pasos dispuestos en torno a la plaza Mayor el sacerdote, Alvaro Marín, se dirigía a los cofrades y público que llenaban la plaza. Así señalaba que esta era una Semana Santa especial “porque después de dos años de parón debido al COVID, al fin podemos sacar a la calle nuevamente nuestros pasos“. Destacó la “especial ilusión” que se ha puesto en la Semana Santa “porque Cuéllar, como tantos otros lugares, tenía ganas de retomar los actos de la Semana Santa, de acompañar con nuestra presencia y la música de las bandas”. Pidió una oración para los pasos cuellaranos “que son parte de nuestro patrimonio y que nos recuerdan el misterio de nuestra fe, la pasión, muerte y resurrección de Cristo”.

Finalmente La Soledad emprendió su camino de vuelta, en procesión, con sus capuchones y banda, hacia su sede en San Francisco y el resto de cofradías devolvieron también sus imágenes a sus sedes o puntos de partida.

 

Domingo de Resurrección

Mañana, Domingo de Resurrección, los actos comenzarán con la misa en los conventos de Santa Clara a las 9.00 horas y La Concepción a las 11.30 horas. A las 11.30 horas partirá la imagen de Cristo Resucitado portada en andas desde la iglesia de El Salvador, acompañado por los cofrades y banda del Nazareno. Subirá hasta la plaza Mayor por las calles Arévalo, Segovia, Trinidad y Santa Marina.

A las 12.00 horas partirá Nuestra Señora de La Soledad desde la iglesia de San Francisco también junto a sus cofrades y su banda de cornetas y tambores. Ascenderá a la plaza por las calles Carchena y Santa Cruz.

El Encuentro está previsto en la Plaza Mayor en torno a las 12.40 horas y tras él a las 13.00 horas tendrá lugar la misa en la iglesia de San Miguel presidida por el Cristo Resucitado.

Los actos programados continuarán por la tarde a las 19.30 horas con un concierto de música de pasión a cargo de Ad Libitum en la iglesia de San Martín.