| Los espectadores disfrutaron del paso de las imágenes por los monumentos cuellaranos|

| Fotos: Nuria Pascual y Gabriel Gómez |

La procesión de Jueves Santo volvió a tener ayer el castillo de Cuéllar como punto de partida. Un inicio que regala bonitas imágenes del Cristo de San Gil arropado por las murallas y la fortaleza. Pero este año el verdadero protagonista ha sido el conjunto histórico de la villa que la procesión ha recorrido por primera vez, gracias al aplaudido cambio introducido por la Junta de Cofradías.

Este trayecto renovado discurrió desde el Castillo y apostó por el conjunto histórico, discurriendo por la calle Palacio, plaza del Mercado del Pan, calle Magdalena, arco y plaza de San Andrés y calle El Henar, para concluir en la iglesia de San Andrés.

Centenares de personas se congregaron para disfrutar del momento de la salida del cristo por la puerta del castillo de los Duques de Alburquerque, como hacían hace décadas otras imágenes de la Semana Santa cuellarana. La buena climatología favoreció esa afluencia de público que se concentró de manera especial en el Castillo, pero que estuvo presente a lo largo de todo el recorrido.

El público se fue moviendo, buscando los puntos más espectaculares del paso del desfile, que regalaron bellas imágenes. Así fue en el paso por el arco de San Martín y la iglesia de San Esteban, punto en el que se incorporó el paso del Encuentro con la Verónica con sus cofrades, y los cofrades de la Vera Cruz completando la procesión. El siguiente punto donde los espectadores esperaban el paso, fue el arco de San Andrés. Allí un vecino regaló a la imagen del Cristo de San Gil el canto de una saeta.

El ritmo marcado por las bandas de cornetas y tambores de las cofradías de La Soledad y el Nazareno señalaba la continuidad de la procesión hacia el templo de San Andrés por la plaza del mismo nombre y la calle El Henar.

Los asistentes, muchos llegados desde localidades del entorno de la villa, coincidieron en lo acertado del cambio del recorrido y la belleza del paso de los pasos entre los monumentos cuellaranos.