|Por Conchi Sanz| 
Hasta el momento no me asombré
al oír que detrás de una gran mujer
existiera siempre un gran hombre
Tal vez sea porque esa mujer
no estima el lugar de renombre.
Mediten, si tienen a bien, el suponer…
 
Su espalda no necesita
de varón para destacar,
tanto señora como señorita
sola es capaz de caminar.
Lo que la mujer solicita
son unos ojos que mirar.
 
¿De qué sirve ir detrás?…
A la vida hay que dar la cara,
si ella de contento quiere gritar
te quiere a su lado en la gritada,
y si la ocasión requiere llorar
al ver ”tu” rostro se sentirá arropada.
 
La gran fémina como la chiquita
puede que reserve el lugar
al compañero que la debilita
al que la impide avanzar;
ella, el mejor lugar habilita
a quién merece estar a la par.
 
Si detrás de “un hombre grande”
hay siempre una gran mujer
de poco sirve al varón el alarde
pues su mirada no podrá ver,
y puede que se haga tarde…
Mediten, si tienen a bien, el suponer.