Tras 32 años formando parte de la Policía Local de Cuéllar, y tres décadas como Subinspector Jefe, Javier Moreno dijo ayer adiós al cuerpo. Desde su puesto ha vivido en primera persona la transformación que ha sufrido el municipio en estos años. Ama su profesión pero también a su familia a la que ahora, tras la jubilación, dedicará más tiempo, en especial a su nieta y a ayudar a su hijo en su negocio.
Fue el primero de su promoción, lo que le sirvió para ocupar la jefatura desde finales de los 90 cuando la persona que estaba en el cargo se fue. Un periodo de formación le permitió ascender a oficial y después a subinspector, mientras que su compañero, José María Pascual, tras esa formación ocupa el cargo de oficial y será ahora quien sustituya a Moreno en la jefatura.
Moreno recuerda que “los inicios fueron difíciles”. “Los compañeros que había estaban en otra sintonía en cuanto a temas policiales”, señaló recordando que se sumaron a los cuatro policías que había en aquella época en el municipio. “Fue una transformación total del cuerpo policial, que pasó a ser un cuerpo policial ya específico y con todas las garantías”, afirmó.
[blocktext align=”left”]”Fue una transformación total del cuerpo policial, que pasó a ser un cuerpo policial ya específico y con todas las garantías”[/blocktext]
Los primeros años fueron difíciles, según relata, ya que “la ciudadanía no estaba acostumbrada a tener un cuerpo policial propiamente dicho, sino que los compañeros anteriores tenían otras labores”. Manifestó que el comportamiento de los vecinos casi rozaba la falta de respeto en aquellos años, “las dos primeras fiestas fueron muy duras”, aseguró.
En estos 32 años apunta que en Cuéllar “se ha vivido una transformación total a todos los niveles”. Así recordó como la instalación de semáforos marcó la reestructuración integral del tráfico del casco urbano del municipio en el que en aquel momento las calles no estaban señalizadas “no había stop, no había ceda el paso…”.
Encierros
Una de las cuestiones de las que Moreno se siente más satisfecho es de cómo colaboraron para transformar los encierros de Cuéllar. A su memoria llegó la manifestación vecinal durante las fiestas cuando los toros del encierro no entraron, siendo alcalde Mariano Molinero. “Ordenar todo el encierro en el campo aquellos años fue…”, manifestó indicando que las actuaciones comenzaron con Molinero y finalizaron bajo la alcaldía de Octavio Cantalejo. En aquellos momentos agradece el apoyo del oficial José Mª Pascual con quien compartió el peso del servicio en aquellos días: “tuvimos que transigir mucho, que aguantar mucho”. “La gente no entendía que le dijeras en el campo por donde tenían que ir”, apunta, algo que con el paso de los años ha ido cambiando.
A aquellas circunstancias difíciles se sumaban las del desarrollo de las fiestas con peleas y hasta el robo de los radio cassettes de los coches en las noches festivas.
Urbanismo
“Hemos vivido toda la evolución urbanística de Cuéllar”, afirmó Moreno recordando como en este tiempo “Cuéllar se ha destripado”. El acondicionamiento de las calles del centro, la eliminación de aparcamientos, en ocasiones polémica como la de la calle Las Parras donde se contó con la oposición de los comerciantes, son algunos de los hitos de esa transformación. “Al final se demostró que era una obra necesaria”, dijo sobre la obra en Las Parras.
La peatonalización de calles, la zona de estacionamiento regulada por la ORA, la ordenanza de tráfico… son otras de las actuaciones en el municipio que el ya exjefe de la Policía Local recordó.
Éste ha sido un año muy complicado a todos los niveles, según señala, algo que le apena a la hora de irse. “Esta pandemia es lo peor que hemos vivido”, detalló mostrando su pena “por no haber podido realizar mis últimos toros”. “Esta pandemia nos ha marcado toda la trayectoria laboral y personal”, señaló.
Policía Local
Moreno afirmó que deja el cargo con “dos espinas clavadas”: no haber visto unas dependencias nuevas para la Policía Local, a pesar de que se contaba con un proyecto que rediseñaba las instalaciones tras la eliminación del depósito de detenidos para el que no reunían los requisitos, y no haber conseguido los servicios de 24 horas.
“He trabajado muy a gusto con todos los alcaldes que he tenido”, aseguró Moreno. Así manifestó su gran aprecio hacia Felipe Suárez, y recordó a Juan Pablo Herrero, quien fuera concejal de Policía, “ellos fueron los impulsores del proyecto de Policía”. “Cuéllar les debe a ellos que Cuéllar tenga un cuerpo policial de estas características”, sentenció.
Enumeró también al resto de alcaldes y concejales del área: a Mariano Molinero y Efrén Blanco, Octavio Cantalejo y Julián González, Maria Luisa González, Jesús García y Marcos Rodríguez, y Carlos Fraile y Tomás Marcos, “a todos ellos tengo que estar muy agradecido, he trabajado muy a gusto con ellos, nos han dejado autonomía para trabajar, nos han exigido y yo desde mi puesto e intentado cumplir todo lo que han dicho”. “He sido fiel a todos y cada uno de los alcaldes que he tenido”, indicó mostrando su gratitud por la confianza que han tenido en el cuerpo.
En esta despedida Moreno no se olvidó de mostrar su agradecimiento a todos los policías por “el trabajo que han realizado estos años y la implicación que han tenido”.
“He hecho lo que he podido, he trabajado honradamente y habré tomado decisiones mejores o peores pero todas desde la objetividad e intentando ser lo más justo posible”, concluyó.
Moreno quiso hacer una mención a José Mª Pascual en esta despedida: “ha hecho una labor para mí imprescindible, sin él yo no hubiera podido hacer lo que he hecho”, dijo, añadiendo “él ha estado haciendo labores de jefatura y subjefatura, y por los problemas de personal ha estado realizando servicios como cualquier otro agente”. En su nuevo cargo como jefe de la Policía de la villa le deseó “mucha suerte”, manifestando que “lo va a hacer muy bien porque es muy válido y espero que los compañeros, que no me cabe duda, dentro de su parcela le apoyen para que pueda desarrollar su trabajo lo más agradable posible”.