| Motivó a los alumnos del IES Marqués de Lozoya y les animó a trabajar duro para alcanzar sus metas |

| Centra su trabajo en la investigación del cáncer y la relación del sistema inmune con él |

| Fotos: Gabriel Gómez |

La bióloga cuellarana Laura Senovilla fue ayer la protagonista de la segunda de las charlas de exalumnos enmarcadas en el 50 aniversario del IES Marqués de Lozoya de Cuéllar. Actualmente trabaja desde marzo como investigador distinguido en el departamento de Bioquímica y Biología Molecular y Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid, donde se ha trasladado por un periodo de cuatro años. Para ello ha pedido una excedencia en el instituto francés Gustave Roussy Campus Cancer, el instituto número 1 de cáncer en Europa. En Francia lleva 14 años trabajando e investigando el cáncer y la relación del sistema inmune con el cáncer. Además ya es funcionaria francesa.

Senovilla, quiso motivar a los alumnos a seguir su propio camino. “Trabajar de lo que uno le gusta es el mayor éxito que puede haber”, afirmó añadiendo que “hay que sacrificarse y hay que trabajar muy duro”. Así les relató el recorrido que ella ha realizado desde el instituto “para llegar a donde estoy ahora y poder vivir como científico”. “Es todo un logro y más siendo mujer”, aseguró. El 22% de los directores de grupos de investigación son mujeres, detalló “ser uno de ese 22% es muy satisfactorio”.

En cuanto a la inmunología del cáncer les detalló cuál es el papel del sistema inmune tanto en el desarrollo tumoral como en su posterior implicación en los tratamientos. Un asunto, el de las inmunoterapias que señaló es “muy novedoso”.

La bióloga señaló que para los investigadores es una gran satisfacción que ya se estén realizando los ensayos en humanos de la primera vacuna contra el cáncer de mama. Reseñó que en 2018 había unos 18 millones de personas con cáncer en el mundo y se estima que para 2040 haya 29 millones de personas, “eso quiere decir que cada vez va a haber mayor porcentaje de personas con cáncer pero lo más importante es que sean personas que sobrevivan al cáncer”, afirmó.

 

Investigadora

Senovilla lleva ocho meses como investigador distinguido en Valladolid, donde quiere continuar el último trabajo que ha desarrollado y que se ha publicado recientemente “hemos visto un tipo de células que les faltan dos proteínas y cuando esas dos proteínas no están siempre se ha considerado que generan una resistencia a los tratamientos, sin embargo en este trabajo que hemos publicado hemos visto un mecanismo por el cual estas células no son capaces de proliferar, con lo cual enfermedades que no tengan estas dos proteínas pueden beneficiarse de este nuevo ‘descubrimiento’”. Así dijo haber contactado con unos médicos endocrinos en el Hospital Clínico vallisoletano “donde vamos a estudiar la enfermedad de Graves, una enfermedad autoinmune que genera hipertiroidismo”, un tipo de deficiencia que apuntó, existe en un tipo de tumor infantil según han detectado y “vamos a estudiar a ver si estos tumores se pueden beneficiar de este tipo de tratamientos”.

Llegó a Valladolid para crear una unidad de ensayos preclínicos. Explicó que allí “se hace investigación básica muy buena, se hace investigación clínica, también muy buena, pero el medio que es la investigación preclínica quizás es un poco más ausente y ese es mi punto fuerte, es en lo que más he trabajado, en desarrollar modelos animales que permitan hacer esos estudios un poco trasnacionales y es en lo que estoy luchando ahora”. Así dijo que está buscando financiación y se van a incorporar tres personas más al grupo en estos próximos meses para poder estudiar mecanismos de cara a mejorar los tratamientos de cáncer.

“Me gustaría quedarme porque me motivan mucho los retos y el reto de crear una unidad de ensayos preclínicos y que cerca de mi casa haya una mejora en cuanto a tratamientos me motiva mucho”, afirmó. “Para mí es un sueño”, añadió.

 

Los mejores años

“Yo fui bastante rebelde”, señaló la cuellarana al recordar su paso por el instituto. “A veces pienso que cómo he llegado hasta aquí con mis años de instituto”, dijo apuntando que parece una paradoja pero repitió COU con biología y química. Al año siguiente comenzó sus estudios de biología.

“Para mi los mejores años, los del instituto, es verdad que fueron una despreocupación total, me gustaba mucho la vida que tenía entonces”, recordó. Asímismo apuntó que la universidad le restó parte de libertad “me di cuenta de la realidad, de que si quería conseguir lo que quería tenía que tener menos libertad”.

En su vuelta al recinto escolar manifestó haber sentido “una sensación muy rara”. Tras 25 años, dijo recordar a compañeros de su época, las vivencias en los pasillos, “son recuerdos y muy buenos, así como un calorcito”.