Este año tampoco podría celebrase la procesión del Corpus. | Foto: Gabriel Gómez |
| Hasta que la situación no se normalice no se dará una nueva fecha para las celebraciones |
| Junto a las familias de los niños, tiendas de moda, regalos y establecimientos hosteleros se ven afectados por esta suspensión |
La Parroquia de Cuéllar anunciaba ayer a través de su página de Facebook la suspensión de la celebración de las comuniones que estaban previstas los domingos 3, 10 y 17 de mayo. Cada día estaba previsto que tomasen este sacramento cristiano dos grupos de catequesis, en total medio centenar de niños de tercer curso de primaria.
Desde la parroquia se informa de que desde el Obispado de Segovia se le ha comunicado “que no podrán celebrarse hasta que las autoridades sanitarias lo autoricen”. De este modo no se avanzan nuevas fechas en las que podrían celebrarse los actos.
El párroco de la villa, Fernando Mateo, lamenta que haya tenido que tomarse esta decisión y apunta que han esperado tanto a tomarla para ver cómo se iba desarrollando la pandemia, el confinamiento y las medidas de distanciamiento social, “con la esperanza de que pudieran celebrarse”. Mateo
Señala que también se ha planteado buscar nuevas fechas aunque se desestimó por el momento al desconocer la duración que esta situación tendrá. Por ello las celebraciones podrían realizarse en otoño, aunque Mateo señala que “habría que ver cómo les viene a las familias”. Eso sí posponer las comuniones para el próximo año también tendría su complicación ya que se juntarían los niños de los dos años lo que haría necesario “una macrocelebración”.
“Hasta que no veamos como transcurren los acontecimientos y cómo va la pandemia menguando no sabremos nada”, afirma el párroco.
La suspensión de las comuniones no le supone a la parroquia ninguna pérdida, aunque Mateo señala que sí se están viendo afectados por la actual situación “porque seguimos pagando luz, seguros de todas las iglesias”. Ha destacado que también están recibiendo la generosidad de la gente, especialmente para Cáritas, organización de la Iglesia que combate contra la pobreza, la exclusión, la intolerancia y la discriminación.
Esta suspensión de las comuniones llevará previsiblemente a la suspensión también de la celebración del Corpus, previsto para el domingo 14 de junio. Una festividad en la que los niños que han tomado la comunión participan tanto en la eucaristía como en la procesión que preside la custodia.
Familias
La decisión de suspensión de las comuniones era algo que las familias esperaban teniendo en cuenta la actual situación, así lo manifiestan Noemí Gómez y Almudena Polo madres de una niña y un niño que hubieran tomado este año el sacramento.
Gómez considera que la decisión la deberían haber tomado con más antelación ya que el 3 de mayo, en quince días, estaba previsto que los primeros niños tomaran la comunión. Gómez confía en que cuando se pueda volver a la normalidad puedan llevarse a cabo estas celebraciones, algo que servirá también de ayuda a los restaurantes y otros sectores económicos como las tiendas de regalos, las floristerías…
Polo afronta con resignación la suspensión, aunque su hijo muestra su descontento ya que es algo que llevan meses preparando no solo en casa sino también en catequesis. Polo espera que se fije una nueva fecha, quizá en el mes de octubre cuando confía en que toda esta situación se pueda ya haber superado.
La declaración del estado de alarma pilló a estas familias con todos los preparativos en marcha para la celebración, algo para lo que ahora contarán con un tiempo extra para que sus hijos puedan disfrutar del día de su comunión como merecen.
Hostelería y regalos
El sector de la moda y los regalos se ve también afectado por la cancelación de las comuniones en mayo. Así lo señala Soledad Rico de la librería-papelería El País de Jauja y la tienda de moda infantil El Vestidor de Jauja. Con sus puertas cerradas desde el 14 de marzo ven como la colección primavera-verano permanece colgada en sus perchas, entre ella la ropa de ceremonia propia para estos eventos. También ven como las ventas de regalos para las comuniones (libros, juegos, mochilas…) previstas para esta época por el momento no se van a producir.
Rebeca Arranz, de Restaurante El Henar, asegura que esta suspensión “era algo con lo que nosotros ya contábamos”. “Me sorprende que no se hayan querido aventurar a dar ninguna fecha”, señala indicando que en otras localidades sí lo han hecho. “La situación que estamos viviendo ahora es bastante desastrosa para cualquier negocio de hostelería”, apunta Arranz especificando que “las comuniones igual que otros eventos contratados es probable que no se cancelen sino que simplemente se aplacen”. Si contempla que alguno de los eventos pueda cancelarse “dependiendo de la situación de cada familia”. Esto les supondrá “que la facturación que teníamos prevista para los meses fuertes, que nuestra temporada empieza en abril, se pospone”, de manera que comenzarán la actividad cuando las autoridades sanitarias lo permitan. Junto a las comuniones las bodas son otros de los eventos que se están aplazando por la situación actual.
El restaurante tenía completa la capacidad de sus salones los tres fines de semana de comuniones, incluso había gente que se ha quedado sin sitio allí para celebrarlo, según indica Arranz. Ahora esperan el momento en que puedan volver a abrir sus puertas planteándose ya diferentes escenarios en cuanto a las medidas que tendrán que tomar cuando eso suceda, dadas las características de su establecimiento.