| Fotografías de Nuria Pascual y Gabriel Gómez |

La procesión de El Encuentro protagonizada por las imágenes de Nuestra Señora de la Soledad y de Cristo Resucitado ha puesto hoy el broche de oro a la Semana Santa cuellarana. El sol ha acompañado de nuevo el desarrollo de este desfile que ha contado con mucho público especialmente en su momento final en la Plaza Mayor  para presenciar El Encuentro entre las dos imágenes.

La imagen de el Resucitado partía desde la iglesia de El Salvador a las 11.00 horas, portada sobre el trono del Nazareno y acompañada por sus capuchones y banda de cornetas y tambores. La imagen se ha dirigido por las calles Arévalo, Segovia, Trinidad y Santa Marina a la Plaza Mayor.

La Soledad salía de la iglesia de San Francisco a las 12.00 horas portada en andas por sus cofrades y acompañada por su banda de cornetas y tambores. La virgen, como marca esta procesión, vestía el manto de Gloria color crema cubierto por una mantilla negra. Desde allí, pasando por la Plaza de San Francisco y las calles Carchena y Santa Cruz se ha dirigido a la Plaza Mayor. Los cofrades llevaban el capuchón en color crema, igual al del manto de Gloria que la Virgen lucirá en su hornacina de la iglesia de San Miguel durante los 50 días de Pascua.

Ya en la plaza Mayor el párroco, Emilio Calvo, ha pronunciado unas palabras antes de desarrollarse el Encuentro de la virgen con el Resucitado. Un Encuentro que este año como novedad se ha llevado a cabo en el centro de la plaza Mayor. Allí ambas imágenes se han saludado y el párroco ha recordado el momento que se iba a producir cuando Cristo Resucitado se apareció a su madre consolando su soledad y a la virgen se le ha despojado de la mantilla negra  para lucir el manto de Gloria. El público ha aplaudido la retirada de se manto de luto y han resonado cánticos al tiempo que sonaban las campanas del templo. Después se han colocado unidas hasta que concluídos los actos, el Cristo Resucitado ha accedido al templo de San Miguel para presidir la misa y La Soledad ha regresado a San Francisco en procesión junto a sus cofrades y numeroso público.