| Fotos: Gabriel Gómez |

La magia ha llenado las calles de Cuéllar a lo largo de todo el fin de semana de la mano del IV Festival de Magia e Ilusionismo `La Villa Encantada´. Magia social, magia en los coles, magia de cerca, en inglés, magia por todos los rincones del municipio y para todos los públicos ha podido disfrutarse en esta edición, acompañada además del buen tiempo, tan bueno que en algunos momentos las elevadas temperaturas hacían necesario buscar la sombra.

El punto álgido tuvo lugar, un año más, en la noche del sábado con la Gran Gala de la Magia en el patio de Armas del Castillo. Un recinto que completó su aforo con público de todas las edades dispuesto a disfrutar de las actuaciones en un evento dirigido por Miguel Ángel Rodríguez, `El Sevilla´, en el que intervinieron David Díaz, Lolita Torres, Javier Botia, Patri Zenner que sustituyó a Berko y Raúl Alegría.

El mago David Díaz, finalista del programa televisivo Pura Magia y ganador de numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional de Magia, fue el encargado de abrir las actuaciones. Sobre el escenario una máquina de refrescos y en sus manos las latas se convertían en CD, las vacías volvían a tener contenido, y otras se convertían en papeles de colores ante la mirada de los asistentes

Con un “cómo está el patio” aludiendo a la gran cantidad de público que congregó el Festival, El Sevilla salió “a hacer tiempo”, según sus palabras mientras que los técnicos y el personal del certamen preparaban el escenario para la siguiente actuación. Anunció de antemano que no iba a cantar ni a bailar “para que la noche no deje de ser mágica”. Así relató como la magia está presente “en cada momento de la vida”, en nuestras casas, en nuestra familia… Para dar paso a la ventrílocua Lolita Torres, “una de las mejores de España”, afirmó.

Torres sorprendió, en su primer pase, ya que junto a ella no había un muñeco sino su perrita Diva y fue con ella con quien realizó el número de ventriloquía con una divertida conversación entre ambas y hasta la perrita se lanzó a catar estrofas de canciones de Isabel Pantoja. Diva abandonó el escenario para dar paso a Bruno, un muñeco que volvió a sacar las sonrisas al público. Durante la gala realizó un segundo pase, pero en ese no utilizó muñecos sino tres personas del público que movían la boca cuando ella se lo indicaba con un toque en la mano, ya hasta cantaron y bailaron protagonizando uno de los momentos más divertidos de la gala.

Con la boca abierta dejo Javier Botía a los asistentes con su número de mentalismo con el que demostró ser merecedor del título de campeón mundial de mentalismo. Bajó al público para empezar su actuación adivinando el número en que pensaba un joven del público y siguió replicando el dibujo que una joven realizó en la parte de atrás del escenario y ocultó en un sobre. Continuó descubriendo la palabra que una espectadora eligió al azar en un libro y puso el colofón mostrando tras un espejo que decoraba el escenario desde el comienzo las dos palabras de inicio de una página elegidas también al azar por una persona del público.

La `brujita buena´ de Patry Zenner utilizó pañuelos de colores que se multiplicaron, de los que salió una lechuza, salieron flores y también ramas que colocó sobre el tronco que decoraba el escenario. Finalizó su número haciendo levitar una bola.

Raúl Alegría cerró la gala con sus `grandes ilusiones´ con las que ha recorrido más de una veintena de países, tal y como destacó El Sevilla en su presentación. Apareció en el escenario en una caja que se mostraba antes vacía, prendió fuego a una jauja en la que después aparecieron sus ayudantes y jugó con las luces y las sombras para hacerlas aparecer y desaparecer. No faltó el número en el que una de sus colaboradoras se introducía en una caja que atravesaba con espadas y antorchas encendidas para luego aparecer de nuevo en su interior.

La gala concluyó con la entrega de un obsequio al director del Festival, el segoviano Héctor Sansegundo, por parte de la concejala de Cultura, Sonia Martín. Un regalo de cerámica que representaba una chistera de la que surgía el Castillo de la villa, obra de la cuellarana Lola Velasco.

Tras dos horas de espectáculos, el Festival concluía con todos los participantes sobre el escenario para recibir los aplausos del público. Un público que aun pudo acercarse a ellos para llevarse una foto de recuerdo o ver un último truco como el que Javier Botía ofreció doblando una cucharilla.

 

Balance

Tras el Festival vecinos y visitantes continuaron ayer disfrutando de la magia por las calles y espacios de la villa. El tercer y último reto de Víctor Cerro puso el punto final en la nave central de San Francisco a un certamen que para su director ha sido “espectacular”. Así destacó la gran cantidad de público en todos los espectáculos y la buena acogida que ha tenido la `magia de cerca´. Valoró positivamente también la respuesta  los talleres de magia que completaron todos los pases. Unos talleres que se mantendrán en la próxima edición al igual que esta se han mantenido otras iniciativas como la magia en inglés o la magia para bebés.

Sansegundo anunció que en breve comenzará a trabajar en la próxima edición del Festival, apuntó que a lo largo del festival ha conocido a ediles electos del PSOE, entre los que posiblemente se encontraba la nueva responsable de Cultura “estuvo viendo la gala, salió encantada y me dijo que un festival que es para Cuéllar tiene que seguir siendo para Cuéllar”. por ello espera continuar contando con el apoyo del Ayuntamiento los próximos años.

El mago segoviano dijo que probablemente se mantengan los paseos de San Francisco como eje central,  aunque continuarán buscando nuevos espacios como la muralla o rincones del Castillo.