| Fotos: Gabriel Gómez |

La plaza de toros de Cuéllar fue ayer el escenario del Concierto de Pasodobles que cada verano ofrece la Banda Municipal de Música de la villa junto al grupo de baile Sueño Flamenco. Un concierto que anualmente se celebra a mediados de junio en el patio de armas del Castillo pero que este año se ha retrasado a causa de la pandemia de COVID-19. Una pandemia que ha llevado también a la banda a realizar un parón en sus actuaciones siendo este el primero de los conciertos que ofrecían desde marzo.

La actuación se realizaba con un estricto control del aforo que limitaba el público a 115 personas que pudieron disfrutar del concierto, eso sí, respetando las medidas de distanciamiento que marca la normativa.

La actuación mostró en su repertorio los distintos tipos de pasodoble: de marcha, taurino, de concierto, festivo, flamenco y canción, todos con el mismo “sabor español”, tal y como señaló una de las integrantes de la banda que actuó como presentadora de la cita.

Dentro del repertorio se estrenaron dos pasodobles que los integrantes de la Banda han preparado durante el confinamiento: `Torre del Oro´ y `Peña Taurina Daimieleña´. También se interpretaron otros como: La Entrada, Vito, España Cañí, Fiesta en la caleta, Ópera Flamenca, Traner, Pepita Greus, Nerva o Puerta Grande, para culminar con Amparito Roca.

Sobre el escenario cuatro integrantes del grupo Sueño Flamenco danzaron al ritmo de algunas de las piezas, ante un público reducido pero entregado que aplaudió sin cesar cada interpretación de las dos formaciones.