| Fotos: Gabriel Gomez |

El convento de Santa Clara acogió ayer el traslado procesional de la Cruz de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Un acto que se  realizaba por primera vez y que consistió en trasladar la cruz desde el torno del convento hasta el interior de la iglesia.

Los tambores de la cofradía acompañaron en el recorrido, en el que también participaron cofrades y vecinos portando las velas y cirios que fueron bendecidos durante el triduo celebrado por la cofradía. Algunas de esas velas, al concluir el acto, quedaron junto a la imagen del Nazareno, mientras que otros de los participantes prefirieron conservarlas como recuerdo.

A lo largo del recorrido se fueron realizando paradas y lecturas y las últimas corrieron a cargo de las Hermanas Clarisas que colaboraron en esta actividad. Dos niños portaron en bandejas la corona de espinas y los clavos de la cruz.

El acto concluyó en el interior del templo colocando sobre la imagen del Nazareno la cruz y la corona de espinas.