| Por Alberto Pérez Sacho  ||  Fotos: Daniel Pérez y Gabriel Gómez  |
El Viveros Herol Balonmano Nava perdió ante Atlético Novás por 32-28, pero la derrota de Ciudad Real ante Santoña convierte a los blanquirrojos en equipo de ASOBAL.

Con las aficiones hermanadas en una comida multitudinaria, que se convirtió en una fiesta del balonmano, pocos podían imaginar que tanto unos como otros iban a acabar el día de forma tan extraordinaria. Con los gallegos jugándose la vida para permanecer en la categoría de plata, llegaba el Balonmano Nava, primer clasificado, y a tan solo un punto del sueño de ascender ASOBAL. El resto ya es historia…

El partido comenzaba con un Atlético Novás muy intenso, que parecía querer calcar el planteamiento de Sinfín en la final de la fase de ascenso de la temporada pasada. Iago Flores era el encargado de hacer el avanzado y no dejar respirar a Agustín Casado. Ismael Martínez dibujó un planteamiento perfecto para hacer daño a los chicos de Daniel Gordo y Alejandro Pereira.

Cada vez que los naveros lograban perforar la meta ocupada por Kevin, los rosaleiros ejecutaban un saque rápido con el que conseguían la réplica en el tanteo. Las transiciones ofensivas hacían mucho daño al Balonmano Nava, y los locales las ejercían de manera continuada aprovechando los dos cambios que tenía que ejecutar el rival en defensa.

Atlético Novás cogía las riendas del marcador. Antonio Llopis sostenía a los suyos desde la línea de los siete metros. Así se llegaba al descanso con una ventaja de un gol para los locales, 17-16, en un choque en el que los ataques dominaban a las defensas y los porteros poco o nada podían hacer ante la eficacia ofensiva.

 

Segunda mitad

En la reanudación, Dani Gordo se veía obligado a pedir el primer tiempo muerto. Era el minuto 36, pero el Viveros Herol Balonmano Nava perdía por tres tantos y no encontraba la fórmula de atar a Pedro Iglesias. El central, con una retahíla de fintas, sentaba cátedra en la dirección. Las metía de todos los colores y la retaguardia navera nada podía hacer ante la técnica del pelirrojo.

Con la entrada de Carlos Colomer y el cambio defensivo a 5:1 con Agustín en el avanzado, los Guerreros Naveros se espolearon y consiguieron ponerse a dos. Pero Novás jugaba con el plus de la afición. La grada estaba volcada y estallaba con cada gol. Para colmo, Kevin se entonaba en el arco y sacaba dos siete metros seguidos. El press a todo campo era la última bala que intentaba el banquillo visitante para llegar al empate, pero parecía que el ascenso debía esperar.

Entonces, llegaban las noticias desde la afición blanquirroja. Ciudad Real perdía su partido ante Santoña y Nava era, matemáticamente, equipo de Liga ASOBAL. Yeray Lamariano, lesionado de la muñeca, saltaba desde el banquillo a la pista para abrazar a sus compañeros. En cuestión de segundos, el 40×20 era una fiesta. Las lágrimas de emoción inundaban O Rosal, Carlos Villagrán se fundía en mil y un abrazos con todos sus compañeros. Allí estaba Julián Mateo junto a Quintín Maestro y Agustín Campillo, que apenas podían contener la emoción. Dani Gordo daba las gracias a los aficionados que durante todo el año han llevado al equipo en volandas.

Era un hecho. Nava había escrito la página más bonita de su historia. El año que viene, este municipio segoviano de menos de 3.000 habitantes jugará en la primera división del balonmano español.

¡Nava es ASOBAL!


Atlético Novás (32): Roberto (Roberto;), Iago (1), David (4), Andrés, Paulo (2), German (5), Pedro (11), Muiña (3), Kevin, Carlos, Óscar, Miguel, Manuel, Yago (2), Carles (4).
Viveros Herol Balonmano Nava (28): Ernesto (Colomer); Óscar, Álvaro, Agustín (4), Darío (1), Nicola (4), Bruno (1) Carlos (2), Andrés, Llopis (7), Brakocevic (2), Oleg (1), Alonso, Filipe (2), Villarraso (3).