| Música y magia llenaron de ritmo y diversión los nueve escenarios patrimoniales seleccionados |

| Fotos: Gabriel Gómez y Fundación Caja Rural Segovia |

La música la magia y el buen vino llenaron el sábado todos los rincones de Cuéllar gracias al I Festival `Aire Rural´ organizado por la Fundación Caja Rural de Segovia, Cajaviva y la colaboración del Ayuntamiento de Cuéllar.

El público completó el aforo de todos los espectáculos y actuaciones ofrecidas en espacios emblemáticos del municipio como el exterior de la iglesia de La Cuesta, Las Tenerías, San Francisco, el patio del Estudio de Gramática, el atrio de El Salvador o el exterior de San Andrés.

 

Actuaciones

Comenzó el ciclo en el patio del Estudio de Gramática con dos pases de magia de cerca a cargo del mago cuellarano Gele Rodrigo, que cautivó a los asistentes. Una estupenda temática para acompañar los últimos instantes de la sobremesa.

Cuando el reloj marcaba las siete de la tarde las calles céntricas de Cuéllar ya denotaban un movimiento inusitado de chavales acompañados de sus padres para asistir en el patio de las Tenerías a la actuación de cuentacuentos a cargo del grupo El Sombrero de la Memoria.

A la misma hora el dúo Capo D`Astro entusiasmó con su música diversa a varios cientos de espectadores que se congregaron en el ábside de El Salvador.

Sin tiempo de respiro, el Estudio de Gramática era el lugar elegido para la realización de la primera cata de vinos de la Bodega Verdeal con dos pases diferentes. Los asistentes degustaron el Vino Verdejo Sauvignon Orgánico `20 de abril´ de 2.022 y el `Acacia´. Amenizó estas catas el Grupo: Wine Notes con temas de pop e indie nacional en internacional. Cautivaron al auditorio con su música pegadiza y llena ricos matices.

Las emociones se iban sucediendo en otros lugares mágicos del rico patrimonio cultural y religioso de la villa cuellarana. Así, en el paraje donde se encuentra la iglesia de Sta. Mª de la Cuesta, un auténtico enjambre de personas disfrutó de la relajante música de piano y violín del dúo “Violenta Veinte y Erika López”. Nadie pudo abstraerse de la indescriptible belleza de las vistas panorámicas del Mar de Pinares a vista de pájaro y de la muralla y torres de todas las iglesias de la localidad.

A la misma hora se había programado otra actuación bien distinta de estilo a la anterior en la fachada de la iglesia de San Andrés. En este templo del S. XIII la música brasileña y las explicaciones de cada uno de los temas que ofrecieron Ana Silva y Marcio Costa encandilaron al público.

La segunda de las catas vinícolas se llevó a cabo en el interior de la iglesia de San Martín. Bodegas Briego ofreció vinos crianza de vendimias seleccionadas de los años 2019 y 2021. Mientras los dos centenares de clientes y socios de Cajaviva Caja Rural paladearon estos caldos, la música de Cuco y Luisa Pérez hizo las delicias de todos con una actuación estelar donde brillaron con luz propia temas de todos los tiempos de estilo Mondongo Swing. Resaltar que la recaudación íntegra procedente de las tres catas realizadas se donará a la Asociación Española Contra el Cáncer de Segovia cuyo voluntariado colaboró en la organización y desarrollo del programa.

Los momentos musicales reservados para los rincones al anochecer contaron con espacios tan emblemáticos como el parque arqueológico medieval anexo a la iglesia de San Esteban. En este lugar sonó mejor que nunca el jazz del cuarteto Encinillas Jazz Project.

A la misma hora, en la plaza de Santa Marina, y con una inusitada expectación, las guitarras de Caracola Dos (Gaspar y Alberto Payá) cautivaron al público que llenó ese lugar.

Todavía hubo tiempo para abordar las últimas horas de la noche y hasta primeras horas de la madrugada con la música de dos nuevos grupos musicales. En la nave central de la iglesia de San Francisco la gente más joven participó entusiasmada en los temas de soul y funk ofrecidos por Levi & The Elders. Sin tiempo de descanso y para poner el colofón al día subieron al escenario los componentes del quinteto Still Rock para interpretar temas versionados de este estilo de los años ochenta de las grandes bandas internacionales.

Como complemento al propio programa artístico fue muy bien recibido el gigantesco Photocall “I Love Rural” instalado en el exterior de la iglesia de San Pedro para recibir las fotos de las muchas personas que participaron en el concurso organizado en Instagram.