Germán Tejero y Concha Beltrán en una foto cedida por la familia

El estado de alarma está obligando a posponer muchas celebraciones como comuniones, bodas y aniversarios tan especiales como el que Concha Beltrán y Germán Tejero hubieran celebrado el pasado sábado, 25 de abril: sus bodas de oro. Cincuenta años de matrimonio que bien merecían esa fiesta que tendrán seguro cuando todo esto haya pasado.

Concha, natural de Campaspero, y Germán, de Bahabón, se casaron en 1970, en una boda a la que, como ella cuenta, asistió todo el pueblo, porque se casaron en Campaspero donde establecieron su residencia.

Se unieron en un soleado día de abril “hacía buenísimo” afirma Concha que recuerda la ilusión con la que se casaron. El asado, típico de la localidad vallisoletana, estuvo presente en la celebración a la que asistieron familiares, amigos… “se invitaba a todo el mundo” asegura, aunque en la época no sobrara el dinero. Después hubo baile con orquesta en la plaza Mayor, y es que a Concha y a German cantar y bailar les gusta mucho.

Germán ha dedicado su vida a la construcción como albañil y Concha desde niña sirvió en una casa, algo que comenzó compatibilizando con sus asistencia al colegio y que continuó haciendo durante muchos años.

Ahora ambos tienen 76 años y la vida les ha dado cuatro hijos, dos varones y dos mujeres: David, Rosa Mª, Raúl y Elena, y cuatro nietos. Mirando atrás Concha señala el esfuerzo que les costó sacar adelante a sus hijos, “hemos trabajado mucho”, recuerda.

Concha lamenta que el sábado no pudieran celebrarlo toda la familia junta, aunque ese día no faltaron las sorpresas. Así una pareja de la Guardia Civil les visitó para felicitarles por la mañana, algo que les ilusionó y emocionó ya que uno de sus hijos es Guardia Civil en Guadarrama. Sus hijos y nietos les grabaron también un video y cantaron y disfrutaron, aunque confinados.

Ahora esperan a que el confinamiento pase y la situación vuelva a la normalidad para poderse reunir toda la familia en torno a una mesa, eso sí “con nuestro cante y nuestro baile”, como dice Concha. Y es que una buena celebración siempre debe hacerse con música.