| El director general de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural ha participado en la presentación del proyecto piloto que el Ministerio lleva a cabo en las lagunas de Cantalejo (Segovia) para recuperar un hábitat lagunar formado por 20 lagunas |
El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente se ha sumado hoy a la celebración del Día Mundial de los Humedales con el objetivo de ayudar a incrementar la sensibilización y promover el uso sostenible y la restauración de los humedales, y lo ha hecho participando en un acto en el complejo lagunar de Cantalejo, un paisaje singular y único en nuestro país.
El director general de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural del Ministerio, Javier Cachón, el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suarez-Quiñones, la subdelegada del Gobierno en Segovia, Pilar Sanz, y el alcalde de la localidad, Máximo San Macario, entre otras autoridades y vecinos, han visitado el complejo lagunar de Cantalejo para conocer in situ el proyecto piloto que se lleva a cabo para la recuperación y restauración de sus importantes lagunas, que integran hábitats de interés prioritario comunitario y están designadas ZEPA y ZEC.
Se trata de un proyecto financiado por el Ministerio, a través de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural, y en él colaboran el Ayuntamiento de Cantalejo, la Junta de Castilla y León y la Confederación Hidrográfica del Duero (dependiente del propio Ministerio). Un grupo de escolares, además, han participado en el acto, tras llevar a cabo durante toda la semana diversas actividades escolares relacionadas con las lagunas.
Humedales
Javier Cachón ha destacado que España es uno de los países del mundo que más Humedales de Importancia Internacional (incluidos en la Lista Ramsar) tiene designados: “Nuestro país cuenta con un total de 75 humedales incluidos hasta la fecha en Lista Ramsar, solo por detrás de Méjico y Reino Unido, de todo el mundo, lo que demuestra el fuerte compromiso de todas las administraciones de nuestro país por conservar sus principales zonas húmeda”.
El director general, además, ha recordado que “nuestros humedales albergan hasta el 40 por ciento de las aves acuáticas que invernan en el Mediterráneo occidental”.
En España, ha proseguido Cachón, “se ha trabajado mucho en este campo durante los últimos años, como queda de manifiesto en el Informe Nacional de España sobre la aplicación del Convenio de Ramsar en el periodo 2015-2017, que demuestra los importantes avances en la restauración de humedales en España. Y todo ello ha sido promovido por actores muy distintos, incluidas las Administraciones (nacionales, autonómicas y locales), distintas organizaciones y otros grupos interesados como fundaciones y ONGs”.
Los humedales se encuentran entre los ecosistemas más complejos, productivos y dinámicos, aunque también más frágiles, del planeta. Prestan una serie de insustituibles servicios globales, destacando especialmente su contribución en el mantenimiento de la gran variedad de vida que existe en nuestro planeta.
Se calcula que más de 1.000 millones de personas en todo el mundo dependen directamente de los humedales para su sustento diario, ya que estos espacios posibilitan una gran diversidad de medios de ganarse la vida en actividades como el cultivo de arroz, la pesca, el turismo, el transporte, o la elaboración de tejidos.
Futuro urbano sostenible
El lema escogido para el Día Mundial de los Humedales de este año (“Humedales para un futuro urbano sostenible”) ha sido seleccionado para poner de relieve la importancia de preservar en un estado saludable los humedales situados en entornos urbanos, donde aportan importantes beneficios a los habitantes de esta áreas.
La mitad de la humanidad, unos 4.000 millones de personas, vive actualmente en zonas urbanas. Esa proporción alcanzará el 66 por ciento en 2050 ya que las personas se trasladarán a las ciudades en busca de mejores puestos de trabajo y una vida social activa. Las ciudades generan alrededor del 80 por ciento de la producción económica mundial. La expansión de las ciudades y el aumento de la demanda de tierras traen consigo presiones para los humedales, que se degradan, se rellenan y se utilizan como terrenos para la construcción.
Y en este marco es importante ser consciente de que los humedales urbanos o periurbanos que permanecen intactos o que se restauran contribuyen a que las ciudades sean más habitables y ofrecen numerosos servicios a sus habitantes (reducción del riesgo de inundación, mejora del suministro de agua potable y de su calidad, así como de la calidad del aire en poblaciones con altos niveles de contaminación, posibilidades de uso como zonas verde de esparcimiento, etc.).