Terrenos que ocupó el Monasterio desde el palomar que perteneció al mismo.

El vallisoletano Carlos Arranz, natural de Pedrajas de San Esteban, ha publicado el libro `Santa María del Pino, un Monasterio Agustino en Mata de Cuéllar´, una publicación cuya presentación en Mata de Cuéllar y en Cuéllar ha tenido que ser aplazada a causa de la pandemia de la COVID-19. A pesar de ello el libro se pondrá a la venta el próximo viernes, 28 de agosto de 18.00 a 21.00 horas en el Ayuntamiento de Mata de Cuéllar. Una fecha que coincide con la festividad de San Agustín,  día en que el monasterio celebraba su fiesta principal.

El Monasterio de Santa María el Pino pertenecía a la orden de San Agustín, calzados, y fue fundado en el año 1406 por los nobles cuellaranos Alfonso García de León y Urraca García de Tapia, en la ermita de Santa María del Pino, situada en medio de un pinar del término municipal de Mata de Cuéllar, en las cercanías del río Cega.

El interés de Arranz por este Monasterio comenzó de la mano de su abuelo materno quien trabajó en las obras de construcción de la central eléctrica del molino del Pino, y a su conclusión al cuidado de las máquinas. Más adelante, durante el estudio de la historia de la villa de Íscar y pueblos de su Tierra, el autor halló en diferentes archivos numerosa documentación relacionada con el convento del Pino especialmente en los protocolos notariales de los escribanos de Íscar, a los que acudieron con frecuencia los religiosos agustinos del Pino no sólo por su cercanía, también por ser la localidad vallisoletana un lugar neutral en los pleitos que el monasterio mantuvo con la villa de Cuéllar. Entre esos documentos, destaca el hallazgo de una copia o traslado de la fundación del monasterio por Alonso García de León en el año 1406, junto con otros documentos de gran antigüedad. La investigación del libro `Historia de Vallelado, Tierra de Cuéllar´, contribuyó al hallazgo de nueva documentación, sobre todo en los archivos cuellaranos, de una gran riqueza.

El último impulso para escribir el libro lo recibió del padre Fernando Campo del Pozo, de la orden de San Agustín e historiador, quien animó a publicar la historia el edificio conventual.

El estudio pormenorizado de algunos libros de recibo, gasto y granos del monasterio, conservados en el Archivo Histórico Nacional y en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, permitió conocer numerosos aspectos del modo de vida no sólo de la comunidad religiosa del Pino, sino también de las gentes de Mata de Cuéllar contenidos en el texto.