|Fotos: Nuria Pascual, Gabriel Gómez, Carlos Montero y Rubén García |

| La sexta no ha pasado de El Embudo donde ha sido anestesiada |

| Un  grupo de caballistas ha accedido al recorrido urbano recibiendo las quejas del público |

Las reses de la ganadería Partido de Resina han protagonizado hoy un encierro muy complicado. La experiencia anterior ya hacía presagiar que habría dificultades, y las que han tenido los caballistas para reagrupar y controlar las reses han sido muchas.

A las 8.00 de la mañana se abrían las puertas de los corrales y los mansos y toros protagonizaban una bonita suelta. Pero ya en los pinares las reses han comenzado a separarse disgregándose la manada  en dos grupos. El concejal de Seguridad, Tomás Marcos, apunta que después otra de las reses se ha disgregado y “ha sido muy complicado reagruparles en el pinar pero se ha conseguido”.

En grupos se ha producido el paso de las máquinas con dos toros primero y los cuatro restantes después, con gran esfuerzo por parte de los caballistas. El paso de la carretera de Cantalejo se ha realizado con la manada completa, aunque con una res más rezagada. En el paso del primer túnel de la autovía la manada le ha esquivado dirigiéndose hacia el segundo túnel, aunque el trabajo de los caballistas ha conseguido que todos pasaran por el primero. Desde allí se han dirigido hasta el descansadero con el encierro completo, aunque en la bajada de El Embudo una de las reses ha quedado rezagada para una vez completado el descenso darse la vuelta ascendiendo con fuerza y al no haber conseguido reconducirla se ha adoptado finalmente la decisión de anestesiarla. Una vez anestesiada ha sido recogida en el camión municipal y trasladada a la plaza de toros.

En el recorrido urbano, antes de las 9.30 horas se iniciaba el movimiento anunciándose la llegada de la primera de las reses que ha realizado el recorrido en solitario, ascendiendo despacio y permitiendo algunas carreras a los corredores que hoy se daban cita de nuevo en el festejo. Tras ella un numeroso grupo de bueyes precediendo a tres toros, lo que ha dificultado que los corredores pudieran disfrutar corriendo ante ellos.

Minutos después, llegaba a las calles la quinta res de Partido de Resina realizando el recorrido despacio ayudada por los pastores y corredores y con peligrosas arrancadas.

“Ha sido un encierro que se previa que iba a ser difícil, y así lo ha sido, pero afortunadamente cinco de los toros han entrado”, ha asegurado Tomás Marcos.

Tras la entrada de las cinco reses se ha producido la entrada de caballistas en el recorrido urbano que han llegado hasta el cruce de San Francisco recibiendo los silbidos y quejas del público que se encontraba tras las talanqueras.

El baile de Rueda ha contado por segundo día con gran animación y participación y los sonidos del grupo de dulzainas `La Encina´.

 

Enfermería

En la enfermería de la plaza de toros no se ha atendido a ningún herido por asta de toro, aunque sí ha sido atendido un corredor que ha requerido unos puntos de sutura en la espinilla a causa de una caída

 

Colectivos taurinos

Desde la Asociación Encierros de Cuéllar se destaca el buen trabajo en el interior de los corrales, así como la buena labor de los pastores en el recorrido urbano, especialmente dada la dificultad del encierro de hoy. También reseñan la labor de los caballistas que se han encargado hoy de reagrupar la manada. Reseñan el peligro que conlleva el que las reses lleguen antes de la hora oficial al recorrido urbano e insisten en señalar que “la rapidez de la manda desde el descansadero conlleva que los astados entren a las calles con mucha fatiga, de manera disgregada, desluciendo notablemente el encierro”. El colectivo considera “inadmisible” la entrada de los caballistas al recorrido urbano “con el único fin de recoger mansos para realizar un peligroso desencierro y meter al recorrido al toro que se encontraba rezagado en El Embudo”.

Desde la Peña Taurina El Encierro destacan lo complicado que ha sido este segundo encierro tanto por el campo como en el tramo urbano con la manada disgregada en las calles. Son críticos también con la entrada en la villa “a galope tendido” de la primera res en solitario. La peña lanza una felicitación a los pastores por su trabajo en las calles, aunque reitera que no comprende el uso que éstos hacen de las varas. Finalmente, se refieren al “iluminado” que ha dado la orden de que los caballistas entraran por el recorrido urbano a  por los bueyes.