| Fotos: Gabriel Gómez |

El sonido de un timbal y los pasos acompasados de los cinco costaleros marcaron el recorrido de la procesión del Cristo de la Encina por las calles del casco antiguo de Cuéllar. Un desfile que partió de la iglesia de San Andrés con los cofrades de la Vera Cruz portando antorchas y tras ellos la imagen portada en andas. Les seguía un cofrade tocando el timbal y detrás el párroco y las autoridades.

Desde el templo el recorrido continuó por la calle Rogativa y la calle Nueva hasta pasar bajo el arco de San Basilio, y dejando a un lado el Castillo continuar por la calle Palacio. Desde allí, tras atravesar el arco de San Martín, la procesión continuó por las calles Duque de Alburquerque y Morería hasta llegar a la plaza Mayor y acceder al templo de San Miguel.

La cofradía de la Vera Cruz cumple su tercer año, aunque este es el segundo que se celebra la procesión y ha duplicado su número de cofrades sobre 2022. El Cristo de la Encina, es una imagen del siglo XIII que forma parte del calvario que se conserva en la iglesia de San Andrés de la villa junto a las imágenes de la Virgen y San Juan. Se trata de un grupo artístico de gran  valor,  considerado como  una  de  las  mejores obras del patrimonio de la Iglesia en Castilla y León, y que presidió la exposición de Las Edades del Hombre en Valladolid en 1988, para la que fue restaurado, y pudo también admirarse en la iglesia de San Andrés en la muestra de Las Edades que acogió la villa en 2017,  `Reconciliare´.