| Numerosos danzantes han acompañado a la imagen en su segunda procesión del año|
| Fotos: Nuria Pascual y Gabriel Gómez|
La imagen del Niño de la Bola, ha protagonizado su segunda procesión del año, tras la celebrada el 1 de enero, día de Año Nuevo. En este Día de Reyes la imagen abandonaba la iglesia de san Miguel a las 5 de la tarde acompañada por el repique de campanas, el sonido de las dulzainas y los tradicionales cohetes que anuncian el comienzo de la procesión.
El Niño vestía hoy un traje distinto al del 1 de enero, este estaba confeccionado en tela adamascada y bordado en oro.
El recorrido ha contado de nuevo con gran número de danzantes desde el principio y las castañuelas y las tejoletas han acompañado los ritmos de la dulzaina y el tamboril de los Hermanos Ramos.
El mayordomo de este año, Ángel Magdaleno, ha portado la imagen al comienzo de la procesión junto a otros cofrades que se han ido después alternando. Magdaleno, y otros integrantes de la cofradía del Niño portaban la tradicional capa castellana. También la llevaban el alcalde, Carlos Fraile, y el edil popular, Jesús Salamanca.
La iglesia de San Esteban es cada edición parada obligatoria de esta procesión, ya que era la sede original de la imagen del Niño. En su interior En l se han entonado dos villancicos, los últimos de esta Navidad: ‘Dime Niño’ y ‘Alegría, alegría’.
Música tradicional
La música tradicional acompaña al Niño en sus procesiones. Los Hermanos Ramos son los encargados de entonar unas piezas que se repiten en cada procesión y que en muchos casos se entonan siempre en los mismos puntos, tal y como señala uno de los dulzaineros, Alfredo Ramos. Danzas, contradanzas, entradillas y alguna jota son las piezas que tocan.
A nivel musical hay dos puntos clave en la procesión que son la salida de la procesión y su regreso a San Miguel. Ahí se tocan sendas entradillas, primero la castellana y al finalizar la Pinariega.
Con la llegada de la Niño al barrio de San Esteban, a la altura del palacio de Pedro I, suena el villancico del Niño compuesto por danza, villancico y danza, según explica Ramos. Esta misma pieza se repite al descender por la calle Morería a la altura de la fuente, cuando la imagen abandona su barrio. Entre medias se interpretan jotas de dulzaineros de la provincia.
ME PARECE MUY BIEN ELGUARDAR LAS TRADICIONES