Diego Gómez Gómez presentó en el salón de actos del Ayuntamiento de Zarzuela del Pinar su libro “La Vuelta a los resineros”, fruto del trabajo desarrollado con ocasión de la beca fotográfica que le concedió el Instituto de la Cultura Tradicional “Manuel González Herrero”.

En el acto, que sirvió de preámbulo para el inicio de las fiestas de la localidad en honor a la Exaltación de la Cruz, estuvo acompañado además de por el alcalde Eleuterio Nicolás Ortega, por la diputada de Cultura Sara Dueñas, quien fue la encargada de pronunciar después el pregón inaugural de las fiestas, y el profesor de la Uned José Luis Pascual.

“La vuelta de los resineros” recoge unas 150 fotografías sobre ese oficio y testimonios de una treintena de profesionales del sector realizados y recogidos por elfotógrafo  Diego Gómez.

Titulado en topografía y documentación sanitaria, aunque trabaja como administrativo, este segoviano ha recorrido 2.500 kilómetros por la provincia y ha realizado más de 8.000 fotografías para culminar su trabajo.

La presentación del libro se ha realizado en Zarzuela, porque esa zona es una de las cunas de la profesión resinera en la provincia y su fábrica tiene unos cien años de antigüedad. Algunos de los protagonistas del libro asistieron al acto de presentación.

“El oficio de los resineros en Segovia -apuntó el fotógrafo- es inherente a la Tierra de Pinares y está ligado a sus gentes desde tiempos inmemoriales. El oficio casi se perdió a principios de los noventa, pero en la actualidad ha resurgido debido a la crisis financiera y la falta de trabajo en la mayoría de los sectores”

Diego apuntó que “dentro de los resineros con los que he trabajado hay una minoría que siempre se ha dedicado al oficio, pero otros muchos provienen de otros sectores como la construcción y han visto en la resina una salida laboral”. “Hay otro grupo importante que proviene del sector fabril y que debido a la dificultad de absorber esta mano de obra han decidido trabajar en el pinar. Me ha resultado llamativa la cantidad de gente joven que ha empezado a resinar, algunos sin ninguna vinculación con el pinar y otros por tradición familiar”.

“Por los testimonios de los resineros -continuó el autor- puedo deducir que a la mayoría les gusta el trabajo, aunque les parece bastante duro, sobre todo el desroñe, pero ven aspectos positivos como la flexibilidad de los horarios, no tener un jefe y poder marcarse sus objetivos”. No obstante, muchos de los resineros más jóvenes “piensan en abandonar el mundo de la resina cuando la actividad económica del país se estabilice y haya trabajo en otros sectores, en busca de algo más seguro y estable, si no existen precios más constantes para el kilo de resina”.

“Muchos resineros -continuó Diego- echan en falta ayudas a la hora de poder tener trabajo el resto del año una vez que han finalizado su actividad. Proponen crear políticas activas de empleo para realizar trabajos de limpieza y oliveo en los pinares en el invierno u otras tareas forestales para poder complementar sus ingresos durante todo el año”.

En cuanto a la labor de la mujer en relación con la resina, el fotógrafo comenta que “sólo he encontrado una mujer que realiza todas las labores en el proceso de resinado. El resto de mujeres con las que he podido tratar se dedica a ayudar con el remasado y con la colocación de potes y chapas”.

Para abarcar los diferentes enfoques en cuanto al trabajo del resinero Diego realizó fotografías a una cooperativa de resineros, que tiene una forma de trabajo totalmente distinta a la de un resinero autónomo. También realizó fotografías en una fábrica de resinas, concretamente en la resinera de Zarzuela del Pinar de Alfonso Criado, una fábrica tradicional con más de 100 años de antigüedad que se conserva prácticamente intacta desde su creación. “En estas fotografías se ve el proceso final al que se somete a la resina. Me puse en contacto con el resto de fábricas para poder fotografiarlas también, pero no obtuve autorización para hacer fotos en ellas, por razones de espionaje industrial”. 

“Con este trabajo fotográfico no se pretende dar una visión técnica y científica del mismo, ya que existen múltiples publicaciones más exactas para quien quiera adentrarse en este mundo, y que cito en la bibliografía; sino reflejar los métodos de trabajo actuales de los resineros, que no han variado excesivamente respecto a los de hace 50 o 60 años, además del estado de los pinares y el proceso final de la resina en la fábrica“, concluyó

El libro se puede adquirir al precio de 20 euros en cualquier librería de la provincia.