Más de 60 personas se dieron cita ayer en la concentración en defensa de las mujeres y niñas afganas convocada por el Colectivo Feminista 8M Cuéllar en la plaza Mayor de la villa. Una cita en la que se dio lectura a un manifiesto en apoyo a las mujeres afganas, en el que se señalaba que “la llegada de los talibanes al poder en Afganistán, ha supuesto no solo una derrota paras los EEUU y sus aliados, sino especialmente para las mujeres afganas que serán sometidas a estrictas normas que les imponen los radicales islamistas y que persiguen acabar con los logros conseguidos en la época anterior”.

El texto recordaba que las muertes civiles en Afganistán han aumentado un 50% desde 2021 “sobre todo de mujeres, niños y niñas”. Así desde el colectivo cuellarano quisieron mostrar su solidaridad a las mujeres y niñas afganas “como grupo más vulnerable”, y lo hicieron alzando su voz y denunciando la situación que ahora vive ese país con el regreso de los talibanes para acabar con situaciones como el cierre de escuelas de niñas, los casamientos a la fuerza de las niñas desde los 15 años, el reparto de las mujeres como botín de guerra, los azotes, violaciones y asesinatos en público, el reclutamiento de niños como soldados…

En el manifiesto se exigía acabar con las prohibiciones de trabajar fuera de casa, de estudiar en escuelas y universidades, a ser atendidas por médicos varones, a utilizar cosméticos, practicar deportes o asomarse a los balcones, entre otras.

“Las responsables de las guerras no son las mujeres, pero siempre son sus víctimas”, decía el texto que concluía pidiendo a la comunidad internacional que exija a los talibanes que mantengan la apertura de las fronteras para que quien lo desee pueda salir del país, que el resto de países acoja refugiados, que cese la crueldad intolerable hacia las mujeres y que se preste atención a mujeres y niñas en especial situación de riesgo.