| Marcos Cabano protagonizó el susto de la noche recibiendo varios revolcones, sin heridas por asta de toro |

| Fotos: Gabriel Gómez |

El cuellarano Cristian Rubio se alzó ayer como vencedor del Concurso Goyesco de Cortes, Quiebros y Saltos de Cuéllar, en el que unas 1.500 personas, según la organización, disfrutaron del buen hacer de los 16 cortadores segovianos que se dieron cita. Rubio demostró con sus saltos que ya se ha recuperado de las lesiones que sufrió en el certamen de cortes de Valladolid en el que también resultó ganador.

La segunda posición fue para Javier Manso `Balotelli´, de Narros de Cuéllar, que brilló en todas las rondas, la tercera para Sergio Sanz `Peci´ de Cantalejo y la cuarta para Óscar Barras, de Valleruela de Pedraza, reciente ganador del concurso de cortes de Cantalejo.

El certamen cuellarano contó con varias novedades; la primera la hora de celebración, las 22.00 horas, además del novillo para los cortadores veteranos y el cierre del festejo con el desencajonamiento de las reses de Cebada Gago que se lidiarán el sábado 28 de agosto por los diestros Alberto Lamelas, Cristian Escribano y Miguel Ángel Pacheco.

Los cortadores veteranos: Enrique Bayón, Albano Quintanilla, Marcelo Martín de Arévalo, Roberto Llorente de Simancas, Eduardo Pereira de Collado Villalba (Madrid) e Iván Casteller `Patata´ de Castellón, fueron los cortadores veteranos que recordaron con el quinto novillo cómo se hacían las cosas en el mundo del corte en sus inicios.

Tras esa actuación llegó la final y seguidamente la entrega de premios, que contó con la participación de una decena de integrantes del grupo de danzas Villa de Cuéllar.

 

El cortador cuellarano Marcos Cabano resultó cogido durante el concurso de cortes. | Foto: Gabriel Gómez |

Marcos Cabano

El certamen no estuvo exento de sustos en el ruedo y en las gradas. En el albero el cuarto de los novillos alcanzó al joven recortador local Marcos Cabano propinándole varios revolcones que por suerte no conllevaron heridas por asta. El público quedó sobrecogido pero Cabano, tras su paso por enfermería para curar las abrasiones y golpes que le produjo el astado, volvió al ruedo a saludar y despedirse, recogiendo la ovación del público. Después fue trasladado al Hospital General de Segovia para realizarle un estudio radiológico de las lesiones.

El percance del cortador local llevó aparejado un desmayo de una mujer del público, que no revistió gravedad y también se atendió alguna caída en las gradas.

Ese cuarto novillo fue el más peligroso del lote de José Luis Mayoral. Protagonizó también un salto al callejón donde quedó encajado entre dos burladeros y tuvo que ser ayudado para salir de nuevo al ruedo.

 

Una de los toros de la ganadería de Cebada Gago desenjaulados tras el concurso de cortes. | Foto: Gabriel Gömez |

Reses de Cebada Gago

La noche se cerró con el desencajonamiento de las reses de Cebada Gago que se lidiarán el sábado. La plaza quedó a oscuras y solo un foco iluminaba a los astados que fueron pasando de uno en uno por la arena y salieron acompañados de los mansos. El tamaño y la seriedad de los toros impresionó al público y alguno de ellos creó temor provocando que los asistentes abandonaran el coso o subieran hacia arriba del graderío.