Eduardo Cáceres tras recibir su premio.

Eduardo Cáceres tras recibir su premio.

El cuellarano Eduardo Cáceres ha sido el ganador del segundo premio del I Reto Internacional de Robots Autónomos, Ferrovial Challenge, cuyas rondas finales se celebraron los días 2 y 3 de febrero en Madrid. El reto consistía en el desarrollo de un pequeño prototipo robótico (tipo Arduino o similar) sensorizado con tecnología de IoT (Internet of Things) para un futuro transporte autónomo de materiales en grandes obras.

Para llegar a obtener ese premio, Cáceres tuvo que superar las tres fases del certamen. La primera consistía en enviar una descripción por escrito de la propuesta de solución a través de la plataforma online Ennomotive. Las siguientes fases se desarrollaron en el marco de la Global Robot Expo 2017 en Madrid. De esa primera fase seleccionaron las ideas más prometedoras para acudir a las siguientes fases, según explicó Cáceres. Entre los primeros clasificados se contó con participantes de diferentes países como Dinamarca, Estados Unidos, España, Reino Unido o Singapur.

La semifinal la superaron los cinco mejores, entre ellos el cuellarano. Ésta contaba con un circuito que simulaba un terreno de obra así Cáceres señala que tenía césped, arena, grava… y obstáculos como arena o rocas. Los obstáculos que no superaba el robot iban quitando puntos a los participantes y así es como se seleccionó a los cinco mejores para la final: una pareja danesa, un equipo del CSIC, el equipo de la Asociación de Robótica de la Universidad Carlos III de Madrid, un participante polaco y Eduardo Cáceres.

La clasificación final la lideraron Isaura Almar y Michael Dukes, equipo de desarrollo de software de Dinamarca, a quienes correspondió un premio económico de 2.000 euros, Cáceres recibió 600 euros al igual que el equipo de la Asociación de Robótica de la Universidad Carlos III que quedó en tercera posición.

Cáceres ya había participado en  certámenes  de robótica como la First Lego League en su categoría para menores de 16 años y en otros organizados en Valladolid de sumo o el Robolid.

El cuellarano se muestra muy satisfecho con el premio obtenido “para nada esperaba lograr premio ni mucho menos”, afirma señalando que se inscribió porque es algo que le gusta y al concluir los exámenes comenzó a prepararlo.