La imagen del Niño de la Bola abandonó ayer sus andas, con las que procesiona y en las que se exhibe en la iglesia de San Miguel, para ser restaurada. Más de mil euros invertirá su cofradía para recuperar la imagen, según señaló  Juan Carlos Llorente, uno de los hermanos.

El propio templo acogió el acto en el que se entregó la imagen a las restauradoras, Diana Martínez y Mariví Postigo, de la empresa Danmar. Junto a ellas miembros de la cofradía, Juan Pablo de Benito, quien ocupará el cargo de mayordomo en 2020, y el párroco de la villa, Fernando Mateo.

Las restauradoras señalaron el gran deterioro de la imagen “sobre todo la policromía”. Así explicaron que “lo primero que van a hacer va a ser el sentado de la policromía que esté levantada, se sentará con cola orgánica mediante unas jeringuillas, y calor y presión”. El siguiente paso será la limpieza de la policromía que presenta bastante suciedad especialmente en las zonas más ocultas. También señalaron que el brazo derecho no tiene la misma policromía que el cuerpo, al igual que sucede con el rostro, posiblemente porque hayan sido repintados. A pesar de ello aseguraron que la cara se va a respetar y únicamente se eliminará la suciedad “para no cambiarle el tono al Niño y que quede como está”.

El brillo de la imagen apuntaron que también se mantendrá, “se levantará el barniz para poder limpiar la suciedad y se reintegraran todas las partes que faltan de volumen”. Esas partes se reharán con una resina.

Las restauradoras mostraron como en la parte delantera y los hombros faltan partes de la policromía a causa de las picadas con las agujas y alfileres al vestirle. Toda esa zona “se cerrará con estuco orgánico y luego se hará una reintegración de color”.

Sobre la bola que sujeta el Niño en su mano izquierda indicaron que está cubierta de purpurina y posiblemente tenga oro debajo.

Finalmente se  le dará un barnizado final para el acabado brillante que tiene el Niño “para intentar no cambiar nada en la visión estética del antes y el después”.

También se limpiará la peana sobre la que se sujeta el Niño. En ella se rehará una esquina en la que falta material escultórico.

El objetivo de los trabajos es “que quede todo bien integrado, que la visión global del conjunto sea perfecto”.

Llorente apuntó que también tienen previsto adecuar el pelo de la imagen dejándolo más corto.

Ésta, según Llorente es la primera vez que se actúa sobre la imagen. Explicó, por otro lado, que muchas de las marcas y señales que tiene la imagen en la manos y otras zonas son de los anillos y otras piezas devocionales que portaba. Asímismo manifestó que ya están estudiando cómo vestir a la imagen en adelante para evitar su deterioro.