|Fotos: Gabriel Gómez|

Cantos de enramada, de ronda, de trabajo, romances, fandangos, seguidillas, jotas y hasta un particular Padre Nuestro cautivaron al público que completo el aforo de la sala cultural Alfonsa de la Torre en el concierto acústico que el Nuevo Mester de Juglaría ofreció en recuerdo del folclorista segoviano Agapito Marazuela. Una actuación que anunciaron como especial y única en su presentación y que cumplió con creces las expectativas de los asistentes, lo que seguro les llevará a repetir este concierto en otros muchos puntos de la geografía.

El Mester volvió en este concierto a su formación inicial de los años setenta con seis integrantes: Llanos Monreal, Fernando Ortiz, Rafael San Frutos, Francisco García, Luis Martín y Jesús Martín. Una cita que quisieron abrir con un clásico de la tradición oral castellana “La Molinera”, no faltaron en su repertorio su canto de boda “Canto del honor”, el “Romance de la loba parda”, el fandango “Pelitos de ratón” recogido en el Cancionero de Marazuela o el Padre Nuestro recogido por él en Fuentemilanos. Tampoco faltaron las Seguidillas Labradoras del pueblo natal de Agapito, Valverde del Majano, el Canto a la Virgen de la Soterraña que cada septiembre entonan en Santa María de Nieva a la imagen o el canto de trabajo a los segadores. El apartado festivo lo abrieron con una jota abulense más conocida como “Los toritos de Valladolid”, Esta noche ronda un pollo,  La Tarara,  o sendos homenajes a El Carracillo con Veinticinco Pueblecillos y Salero Viva el Salero

Con emoción, entusiasmo y entrega vivieron los asistentes, llegados desde toda la comarca, provincias limítrofes y puntos más alejados, el concierto. Corearon las canciones, completaron las letras de los estribillos, aplaudieron cada tema y ovacionaron en pie al Mester cuando cerró su actuación tras interpretar “La Chica Segoviana”. La ovación fue suficiente para que entonaran una jota más: “Por el puente de Aranda”, momento en el que los asistentes dejaron sus asientos y se lanzaron a bailar y disfrutar de esa jota tan de la tierra.

El Mester no se fue sin recordar que para ellos Cuéllar es algo especial, y más desde que hace 10 años cuando pronunciaron el pregón de las fiestas del municipio “algo que no vamos a olvidar nunca jamás”, señalaron.