| El vencedor fue el madrileño Pablo Gutiérrez, y Adrián Sebastián fue el mejor jugador cuellarano |


| Fotos: Gabriel Gómez |

El IX Torneo de Ajedrez “Villa de Cuéllar” contó con 97 participantes, 32 más que el año anterior y a solo tres del máximo establecido. El cambio de fecha y lugar habituales, además de la previsión de lluvia, había sembrado en los organizadores la incertidumbre sobre la respuesta de los participantes, que quedó disipada el domingo con un gran ambiente.

El frontón municipal acogió esta novena edición del torneo cuellarano de ajedrez, enmarcado en el Trofeo Provincial. Habitualmente se celebra en los Paseos de San Francisco, pero la previsión meteorológica hizo que la organización lo trasladase a un espacio cubierto. Finalmente no llovió y la incertidumbre dio paso a la sorpresa. El Ayuntamiento había fijado el tope de inscripciones en 100, y fueron 97 los inscritos. El año pasado se inscribieron 65 ajedrecistas.

Torneo igualado que finalmente se adjudicó el ajedrecista de Collado Villalba (Madrid), Pablo Gutiérrez, con una puntuación de 6,5. A solo medio punto finalizaron Martín Horcajuelo, de Alcorcón (Madrid), José Manuel Pérez, (Palencia) y Alberto Hernando, de Valladolid. El quinto clasificado –con 5,5 puntos– fue el vallisoletano Iván Alonso.

También con 5,5 puntos Adrián Sebastián consiguió el premio al mejor jugador local, seguido por Juan Antonio Pascual con 4,5 puntos. El primer segoviano no local fue Fernando Gómez, quien obtuvo 5 puntos.

Los primeros clasificados en categorías de menores fueron Rodrigo Altalarrea (Soria), con 5 puntos, en categoría Sub-14; Nicolás David (Segovia), con 4 puntos, en Sub-12; Adrián Ezcurra (Madrid), con 5 puntos, en Sub-10 y el palentino Óliver García, en Sub-8, con tres puntos.

Todos ellos recibieron su trofeo y premios económico de manos de la concejala en funciones de Deportes del Ayuntamiento de Cuéllar, Raquel Gilsanz.

El éxito de la convocatoria no solo fue patente en el número, nivel y procedencia de los participantes. A ello se unió los numerosos acompañantes y público que acudieron al frontón atraídos por el evento. Todo ello unido a una meteorología agradable –y también al servicio del bar de las piscinas y pistas deportivas– contribuyó a que hubiese un gran ambiente.