| Por Francisco Salamanca |   | Fotos: Gabriel Gómez |

Con algo más de media entrada se lidiaron novillos para festejo mixto de los hierros de Aguadulce y José María Aristrain, el tipo, de escasa presentación con excepción del cuarto y el quinto, más dignos para esta plaza, en general desencastados y mansos.

El rejoneador David Gomes sorprendió en su primero con una buena monta y aptitud con Nerón de salida, Nazareno en el último tercio y Campo Pequeño en banderillas, lavando tres palos al estribo. Rejón atravesado, petición y oreja.

Desgraciadamente la lidia de su primero no tuvo continuidad con el cuarto de la tarde, el novillo con mas trapío del encierro, que galopó en encuentros interminables, sacando raza, pero agotándose.  El caballero portugués demostró falta de oficio y convicción con su oponente, mucho más complicado que el primero y se excedió con el de muerte (utilizó hasta seis rejones), siendo perseguido por el delegado gubernativo para recordarle el reglamento, ya que debía haber echado el pie a tierra después dele tercer rejón.

Alejandro Marcos, de rosa y plata vieja, se abrió de capote en su primero, no pudiendo lucirse por derrumbarse el novillo, que manseó en el caballo recibiendo un puyazo bajo. El torero, desde el inicio de la faena de muleta estuvo muy alejado de los terrenos del novillo, que demostró falta de fijeza y se rajó enseguida. Estocada entera y una oreja para el salmantino. El quinto, un novillo de más presencia, que se creció en el caballo empujando con codicia y con la cara a media altura, creó el caos en el tercio de banderillas. De nuevo inicio de la faena de muleta con probaturas que consumieron rápidamente las embestidas del de Aguadulce, poniéndose complicado. Revolcón sin consecuencias. El diestro toma el acero y en la suerte contraria, tras estocada atravesada y descabello acaba con su oponente. Petición insuficiente, el presidente no concede el trofeo y los aplausos del público proporcionan la vuelta al ruedo.

Miguel A. Pacheco, de rosa y oro con cabos blancos, con su primer novillo que se dejó pegar en el caballo y que  brindó al público, interpretó en el inicio de la faena de muleta lo mejor de la tarde.. Toreó con gusto dándole distancia al novillo, pero desgraciadamente tras tres series por la derecha y una por la izquierda rematadas por el de pecho, el cornúpeta se acaba, como si se agotaran las pilas, embestidas más cortas, se para. Manoletinas despegadas, estocada casi entera y dos descabellos. Silencio del respetable. Con el sexto, muy justito de presentación, y que cumplió en una vara con el del castoreño el manchego buscó el pitón contrario pero la falta de raza del novillo solo permitió muletazos sin ligazón, aunque algunos de bella factura. Estocada contraria y oreja.

Actuaron los forcados Amadores de Alenquer en el tercio de banderillas de los novillos de rejones, necesitando dos pegadas para sujetar al primero y una de excelente ejecución con el cuarto.

Novillada interesante en la que faltó trapío y raza, pero que estuvo por encima de los novilleros.